La batalla entre Galileo Galilei y la Inquisición fue encarnizada. Ante las acusaciones de herejía surgidas a raíz de una supuesta carta en la que por primera vez el astrónomo cargaba contra la doctrina de la Iglesia, Galileo se defendió diciendo que el documento incendiario era obra de sus adversarios. Pero un nuevo hallazgo parece desmentir la coartada de Galileo. Se trata de una carta de siete páginas con fecha del 21 de diciembre de 1613 y firmada como G. G. (Galileo Galilei). En esta se pueden observar tachaduras y correcciones del texto original provenientes del puño y letra del astrónomo. De acuerdo con los expertos, estaríamos ante la evidencia más sólida hasta la fecha de que fue el mismo Galileo quien modificó su escrito original con la intención de rebajar el tono de sus afirmaciones. Y es esta la copia que el astrónomo reivindicó como original ante una versión mucho más incendiaria que había llegado a manos de la Inquisición. Los expertos siguen trabajando en el análisis de este nuevo documento, que se publicará oficialmente en el boletín de la Royal Society. La carta parece demostrar la existencia de correcciones que el autor introdujo. En un primer momento, Galileo escribió que «si uno usa el significado literal de las palabras, ciertas proposiciones de la Biblia son falsas». Una afirmación demasiado incendiara que corrigió matizando el término de «falsas» por «parecen diferentes de la verdad». Galileo también matizó sus afirmaciones sobre los dogmas que las Sagradas Escrituras «ocultan» por aquello que «velan».

El documento llevaba un mínimo de 250 años en las manos de la Royal Society, en los cuales había pasado totalmente desapercibida debido a un error de catalogación.