La afluencia de turistas extranjeros a España, que creció en junio un 3,2% interanual para retomar la tendencia al alza rota en mayo, y el incremento del 3,5 % de su gasto, que alcanzó casi 9.700 millones de euros y encadenó once meses en positivo, apuntan a un nuevo año récord para el turismo exterior. De momento, las llegadas en la primera mitad del año ascendieron a 38,2 millones de viajeros, lo que supera en un 2,8% las registradas en el mismo periodo de 2018; mientras que su gasto creció el 3,7% y alcanzó un total de 40.380 millones, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

La ministra de Industria, Comercio y Turismo en funciones, Reyes Maroto, señaló que se espera un «buen verano» tanto en términos de gasto como de visitantes internacionales, ya que, según los datos del gestor aeroportuario Aena, los viajes se incrementarán un 4,3% durante este periodo.

La ministra dijo que las perspectivas son especialmente positivas para el turismo de interior, que crece en volumen de turistas y gasto, mientras que los destinos de sol y playa lo hacen en menor medida.

En la misma línea, el vocal de la junta directiva de la Asociación Española de Profesionales del Turismo (AEPT), Francisco Javier Aragón, señaló en una entrevista que los datos conocidos ayer son una noticia «muy esperanzadora para el sector». «Parecía que había una ralentización y yo creo que esto nos puede dar unos frutos muy positivos de cara a final de año», añadió.

Además, señaló la importancia de aumentar el gasto medio por visitante, que en junio se situó en 1.098 euros, con un incremento interanual del 0,3%, mientras que el gasto medio diario repuntó el 8,2%, hasta 163 euros. En cuanto a la estancia media, se situó en junio en 6,7 días, medio día menos que en junio de 2018. «El sector hotelero está haciendo bien las tareas y está reinvirtiendo, aunque debe ir complementado con políticas de las administraciones públicas», declaró Aragón.

En junio, las llegadas de turistas aumentaron a pesar de que el principal mercado emisor, Reino Unido, cayó el 5,3% en junio, hasta casi 2,1 millones de viajeros, y en el acumulado del año el 1,4% (8,3 millones). Maroto mostró su preocupación ante la caída del turismo británico y aseguró que el Gobierno trabaja para fidelizar al turista británico y anticiparse a un posible brexit duro.

Para Aragón es «una incógnita» cómo puede afectar al turismo la salida del Reino Unido de la UE, aunque apunta que lo que más puede repercutir en la marcha del sector es la recuperación de otros competidores de España, como el norte de África, Grecia y Turquía, que tienen unos precios «muy baratos».

«Hay que buscar otros mercados, como por ejemplo Estados Unidos, Japón o Rusia», que podrían compensar la caída de los emisores «tradicionales» de turistas y que además dejan un gasto mayor. Las menores visitas de británicos en junio se vieron compensadas por el avance de alemanes, con 1,3 millones, el 8,4% más, y franceses, con cerca de 1 millón y un crecimiento del 8%.

Destacan también los aumentos de visitas desde mercados como Suiza (20,1%), Portugal (17,9%) y Estados Unidos (9,4%). Por contra, el mercado nórdico bajó el 9,2% y el italiano el 3,1%.

Los turistas que más gastaron fueron los ingleses, con 1.945 millones de euros, tras un descenso del 4,3%; alemanes, con 1.300 millones (7,5% más); y franceses, con 664 millones (8,8 %). En el acumulado del semestre lideraron la llegada de turistas el Reino Unido, pese a descender respecto al 2018; seguido de Alemania (5,3 millones y un repunte del 3,4%) y Francia (4,7 millones y una caída del 2,2%).