Un equipo internacional de investigadores ha constatado que el cerebro juega un papel clave en la obesidad y en la diabetes, y ha demostrado en ratones que las mutaciones en la actividad de un gen en el hipotálamo (el IRX3) pueden generar animales un 30% más delgados y resistentes a dietas grasas.

Estas son algunas de la conclusiones de un estudio que publica la revista Nature, cuyos autores, de Chicago, Toronto y España, vinculan por primera vez la función del gen IRX3 en el cerebro con una de las causas más comunes de la obesidad. "Se trata de un paso muy importante porque ahora sabemos qué gen estudiar y en qué tejido para entender mejor esta patología", según señaló a Efe José Luis Gómez-Skarmeta, uno de los firmantes e investigador en el Centro Andaluz de Biología del Desarrollo.

Según el estudio, todas las células de un organismo tienen la misma información genética y las diferencias, es decir, que sean células de los ojos o del páncreas, vienen determinadas por la activación o no de unos u otros genes. Los encargados de "encender" o "apagar" los genes son los llamados elementos reguladores que actúan como interruptores. Hasta ahora se sabía que las mutaciones con mayor grado de asociación con la obesidad se ubican dentro del gen FTO. En este trabajo los investigadores han demostrado que dichas mutaciones afectan interruptores que a pesar de estar localizados en FTO "controlan a un gen vecino pero lejano, el IRX3 (en el cerebro)", declaró Gómez-Skarmeta.

TEJIDOS Este gen está en muchos tejidos --participa en la formación del sistema nervioso, el corazón, los riñones y muchos otros tejidos-- pero también está relacionado con el potencial desarrollo de la obesidad: "Hemos demostrado que la función del gen IRX3 en el cerebro esta implicada en obesidad", explicó.

Para este investigador, este trabajo tiene un significado "mayúsculo", pues "posiblemente sabemos cuál es uno de los genes que causa el problema. Ahora hay que analizar y entender todo el proceso".

Desde la Universidad de Toronto, Chi-Chung Hui opina que se ha comprobado cómo el cerebro juega una función muy importante en la obesidad y se "abre la puerta a comprender las causas fisiológicas de la obesidad y la diabetes".