A la preocupación por los rebrotes en las cuatro comarcas aragonesas que volvieron a la fase 2 (La Litera, el Bajo Cinca, el Cinca Medio y Bajo Aragón-Caspe) se suma ahora la angustia de ver que ocho municipos de la provincia de Lérida entraron anoche en un confinamiento estricto, con la total prohibición de la entrada y salida en estas localidades, excepto para aquellas personas que trabajen en servicios esenciales. Esta medida no afecta a los vehículos que circulen por autovías y autopistas.

El presidente de la comarca de La Litera, Antoni Chauvell, consideró que este paso atrás en Lérida se ha recibido con «muchas dudas», aunque confía en que sirva para evitar «el trasiego continuado» que se estaba produciendo en la zona. «La situación aragonesa es diferente, así que si se reducen los contactos podemos encauzar la situación», expresó. Según los datos de los que dispon,en la mayoría de las pruebas diagnósticas que se han realizado a los vecinos han dado negativo, algo que le lleva a pensar que desde Salud Pública levantarán en breve las restricciones que soportan.

RECOGIDA DE LA FRUTA

El presidente el Bajo Cinca y alcalde de Zaidín, Marco Ibarz, concidió en que la precupación va en aumento. «Esperemos que el cambio no vaya a más porque afecta al comercio, los talleres y algunos servicios», aseguró. Con todo, la medida restrictiva no debería suponer un perjuicio económico para la zona, inmersa en la recogida de nectarinas y melocotones. El alcalde de Torrente de Cinca, Jose Evaristo Cabistañ, señaló que será complicado llevar a cabo este confinamiento por las peculiaridades del sector. «La fruta está madurando en los árboles y no puede parar», afirmó. Los movimientos laborales seguirán como hasta ahora, sobre todo la distribución comercial y los proveedores. Lo más afectado será el comercio.

Más allá de la preocupación general por la expansión del virus, los alcaldes de las comarcas en fase 2 lamentan que no reciben información suficiente por parte de las autoridades. «Nos están diciendo que en Aragón vamos a mejor, pero no existe un modo de comprobarlo, pues somos los que menos datos tenemos a pesar de que podemos garantizar que se toman medidas», lamentó Cabistañ.

DE NUEVO SIN BARES

Los municipios catalanes afectados por este nuevo confinamiento, además de Lérida, son Alcarrás, Aitona, Soses, Serós, Granja de Escarpe, Masalcoreig, Torres de Segre y las entidades municipales descentralizadas de Suchs y Raimat. De este modo, los vecinos deberán permanecer en sus casas, aunque el Ejecutivo catalán sí que permite salir del domicilio para ir a trabajar, hacer actividades al aire libre con grupos de convivencia habitual o para abastecerse en comercios de alimentación, ir al banco o ir a visitar a personas dependientes, entre otras excepciones. La nueva normativa prohíbe las reuniones de más de 10 personas, bodas y ceremonias fúnebres, pero mantiene los campamentos.

La medida también dicta la suspensión de la actividad en la hostelería (a excepción del servicio a domicilio), en equipamientos culturales y se clausuran espacios como piscinas, parques infantiles, gimnasios y establecimientos de ocio nocturno. Según las cifras de las autoridades sanitarias catalanas en la zona se registraron 190 casos nuevos en las últimas 24 horas.