El buque español Open Arms, atracado en el puerto de Barcelona, no podrá continuar con su actividad de rescate en el Mediterráneo central por el momento. La Capitanía Marítima del puerto, dependiente del Ministerio de Fomento, ha denegado su retorno a la zona de rescate al no conceder el permiso porque considera que no cumple una larga serie de cuestiones jurídicas internacionales. Fuentes de la oenegé denuncian que se trata de un nuevo bloqueo del barco.

Según la resolución de despacho de salida emitida el 8 de enero por la Capitanía Marítima y amparada por la Dirección General de la Marina Mercante, desde el cierre de los puertos europeos, "el buque se está viendo forzado a navegar durante varios días, cruzando el Mediterráneo, para desembarcar a las personas rescatadas en el mar muy lejos del lugar de rescate", lo que "se aparta de los procedimientos relativos a las operaciones de salvamento reguladas por la normativa internacional".

La oenegé ha presentado un recurso de alzada en el que pide la nulidad de esa resolución por ser contraria a derecho y anti constitucional.