Prevenir sin alarmar. Con este objetivo, el Gobierno anunció ayer la puesta en marcha, desde el 1 de junio al 1 de octubre, de un plan de choque contra una posible ola de calor como la del verano pasado. El proyecto prevé la realización de un censo de personas más vulnerables a los efectos de las altas temperaturas como ancianos, enfermos crónicos, niños, habitantes de infraviviendas o personas sin techo.

En el censo de personas de riesgo y su asistencia colaborarán municipios y comunidades autónomas y las dos principales ONG, Cruz Roja y Cáritas. El registro parte de las más de 150.000 personas mayores o discapacitadas actualmente conectadas a servicios de teleasistencia.

TELEFONO DE EMERGENCIA El plan, presentado ayer por los titulares de Sanidad, Elena Salgado, y Trabajo, Jesús Caldera, cuenta con un presupuesto "inicial y ampliable si es necesario" de 2,67 millones de euros (444 millones de pesetas), y pondrá a disposición de todos los ciudadanos de España el teléfono de atención 902 22 22 92 durante las 24 horas del día.

El teléfono, según explicó Salgado, servirá para que los ciudadanos comuniquen situaciones de emergencia y, al mismo tiempo, llamar periódicamente a las personas identificadas como de riesgo para comprobar su estado de salud y activar, si es necesario, la ayuda a domicilio o el traslado a un centro sanitario.

Una comisión interministerial, de la que formará parte también el Instituto Nacional de Meteorología (INM), establecerá los tres niveles de alerta de acuerdo con las previsiones.

CAMPAÑA INFORMATIVA Sanidad iniciará en breve una campaña con consejos saludables y sencillos (beber agua en abundancia, evitar la exposición al sol y comer poco) para combatir el calor. También prevé difundir recomendaciones a través de los programas del tiempo en las televisiones.

El INM dará información diaria sobre las previsiones de temperatura y especificará los umbrales de riesgo que puedan producirse a nivel autonómico y provincial para reforzar los servicios sanitarios y tener activados los servicios de emergencia. Salgado aseguró que, aunque no existe una definición internacional, se habla de ola de calor cuando se registran de manera continuada temperaturas máximas y mínimas más altas de lo normal, que no dan tiempo al organismo a recuperarse.

IMPROBABLE La ministra consideró "muy improbable" que se llegue a producir este verano una situación de alerta roja o de máxima emergencia.

"Estamos preparados para responder y activar los servicios de Protección Civil y todos los medios del Gobierno y las autonomías para estos casos. Pero no se trata de producir inquietud sino seguridad en los ciudadanos", insistió la titular de Sanidad.

IMPROVISACION La ministra de Sanidad lamentó ayer la "improvisación de protocolos" que se produjo durante la ola de calor del pasado verano, en el que fallecieron 6.500 personas más que el año anterior.

"La respuesta de la red asistencial fue excelente, pero hubo falta de información, cada hospital atendía a sus propios enfermos y no hubo una recogida de datos que permitiera realizar acciones preventivas, que son la clave", subrayó Salgado, al presentar ayer el plan aprobado por su departamento para este verano.