El ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal, ha anunciado este martes que el Gobierno cerrará la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos).

La decisión se produce después de que el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) avalase en febrero la reapertura, tras dar el visto bueno a los criterios técnicos y establecer las medidas de seguridad necesarias para que la planta pudiese volver a conectarse a la red. Tras ese informe, Nadal anunció que el Ejecutivo se tomaría seis meses decidir el futuro de la central y escuchar a las partes.

Por su parte, el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, José Antonio de Santiago-Juárez, comunidad autónoma donde se encuentra, también ha convocado una rueda de prensa a las 12.30 para hacer una valoración.

PROPIEDAD DIVIDIDA

La nuclear de Garoña es del tipo de agua en ebullición (BWR) y tiene una potencia instalada de 460 megavatios. La nuclear más antigua del parque atómico español es propiedad de Nuclenor y está participada por Endesa e Iberdrola.

Nuclenor solicitó en 2014 la renovación de la licencia de explotación de la central -en la actualidad en situación de cese de operación- hasta marzo de 2031, es decir hasta que el reactor cumpla 60 años de actividad.

Mientras tanto, las compañías están divididas. Iberdrola ha manifestado, por boca de su presidente, Ignacio Sanchez Galán, su voluntad de no reabrir la central, mientras que Endesa ha señalado que espera la decisión del Ejecutivo.

Además, los movimientos ecologistas han protestado activamente contra la central.