Portazo en 17 países. El prestigioso buque insignia de la ayuda al desarrollo, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), con 25 años de historia, suprime un tercio de sus sedes. Atrás quedó la época dorada en la que José Luis Rodríguez Zapatero se vanagloriaba en el exterior de la solidaridad española. La AECID ha perdido en los últimos tres años el 70% de su presupuesto, pero a pesar de ello el Ministerio de Exteriores no relaciona directamente la caída de dotación con el cierre masivo de oficinas. Según fuentes oficiales, la decisión se basa en una recomendación del Comité de Ayuda al Desarrollo (CAD), que sugirió a España que concentrase esfuerzos actualmente dispersos en menos países donde pudiera tener más impacto. La AECID aduce que está aplicando esa recomendación y lo califica de "proceso de concentración" para mejorar la eficiencia y la calidad.

Fuentes de la AECID insisten en que la supresión de sedes, que comenzó el año pasado, se realiza "desde un planteamiento de salida responsable". La decisión está recogida en el plan director 2013-2016. De momento se han clausurado 13 sedes y el cierre de otras cinco fue aprobado el pasado 26 de marzo. Para el Ministerio de Exteriores, la cooperación española vive un nuevo ciclo que implica reorientar las estrategias.

Las oenegés están indignadas. Admiten que el informe del CAD recomienda centrarse en menos países, pero critican sin paliativos la respuesta de Exteriores. "Eso es una media verdad, un eufemismo, porque los países que se quedan no reciben más", argumenta Jaime Atienza, director de campañas de Oxfam.

CRITERIOS DUDOSOS Mercedes Ruiz-Giménez, de la Coordinadora de Oenegés para el Desarrollo (ONGD), muestra también su desaliento: "Una cosa es concentrar recursos y otra es este recorte brutal". Ruiz-Giménez pone en duda los criterios de elección de los países que continuarán recibiendo ayuda española. "Es evidente que dejamos muchos países muy pobres porque no son lugares de interés empresarial, como los de África, y en cambio nos quedamos en países de rentas medias donde las empresas españolas quieren estar" asegura. El plan estratégico