Entrar a trabajar más pronto, tener menos tiempo para comer y salir antes. Este es el planteamiento básico de la reorganización del horario laboral que estudia el Gobierno con el objetivo de mejorar la conciliación entre la vida laboral y familiar, según explicó ayer la secretaria general de Políticas de Igualdad, Soledad Murillo.

Se trataría de acercar a España el máximo posible al modelo europeo de horario laboral para que padres y madres pudieran disfrutar por igual de la vida familiar y el cuidado de los hijos poco después del momento en que estos finalizan sus actividades escolares, según informa la Cadena SER.

La propuesta de nueva organización del tiempo de trabajo debería acordarse, según Murillo, con empresarios y sindicatos, pero no cree que pueda despertar rechazo alguno. "Lo están pidiendo las mujeres españolas, que necesitan reorganizar su tiempo de trabajo, y también lo piden los varones que necesitan racionalizarlo", indicó.

HASTA LAS TANTAS La meta sería conseguir un horario de salida máximo situado entre las seis y la siete de la tarde. "En otros países, a las siete de la tarde todo el mundo ha terminado su trabajo, mientras que aquí, no sólo en las empresas, sino los autónomos y la gente que tiene ciertas responsabilidades en la Administración y en las empresas acaban a las 8, las 9 y hasta las 10 de la noche", explicó la secretaria de Políticas de Igualdad. Para ésta, el horario español, además de hipotecar la vida familiar, "no lleva a ninguna parte en términos de eficacia".

Para conseguir cambiar estos hábitos de trabajo no bastaría con llegar algo más pronto por la mañana, entre las ocho y las nueve, sino que se propondría acortar el horario destinado a las comidas, habitualmente de dos horas, dejándolo en una hora o poco más.