El presidente del Gobierno zanjó ayer de raíz el debate abierto por el Ministerio de Sanidad sobre el pago de la repatriación del religioso Miguel Pajares, infectado por el ébola, al ordenar que el Gobierno se haga cargo íntegramente de la factura. Luego lo anunció en la rueda de prensa posterior a su reunión con el Rey en Marivent. "Esto lo va a pagar el Gobierno español, lo cual por otra parte es de puro sentido común, lo sensato, lógico y razonable", respondió.

"Yo desde luego no me he planteado nunca ese asunto y espero que esta polémica quede zanjada en el día de hoy", insistió el jefe del Ejecutivo en una clara desautorización de la directora general de Salud Pública, Mercedes Vinuesa, que el jueves lanzó la idea de facturar el coste a la orden religiosa.

SIN SEGURO El problema surgió, según fuentes gubernamentales, porque el cura carecía de seguro que cubriera, al menos parte, los gastos de repatriación. Los cooperantes de las oenegés están cubiertos desde el 2006 por un seguro colectivo que incluye la repatriación y es costeado a partes iguales por la Agencia de Cooperación Internacional y las entidades, pero el personal religioso está exento de esa obligación.

"Pueden hacerlo o no. Lo habitual es que lo tengan algunos, pero no todos porque es caro", según la presidenta de la Coordinadora Estatal de Oenegés, Mercedes Ruiz. El director de la Juan Ciudad ONGD, la entidad de cooperación de la la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, José María Viadero, no quiso revelar si se había contratado seguro.

"Con seguro o sin, pagaremos lo que nos corresponda, con la ayuda de nuestros amigos. Y si no podemos entraremos en la lista negra", había dicho Viadero en una multitudinaria conferencia de prensa horas antes de que Rajoy diera marcha atrás. La reacción de la oposición, que rechazó de plano el cobro, y la posibilidad de que la oenegé ni siquiera llegara poder a pagar llevaron a Rajoy a ordenar la rectificación.

Exigir el pago de una cantidad astronómica a una oenegé cuyos esfuerzos se centran ahora en recabar fondos para enviar un equipo sanitario de choque que salve las vidas de las dos hermanas africanas infectadas que siguen en Monrovia podría tener un importante coste frente a la opinión pública.

A Viadero se le entrecortaba la voz cuando relataba que a las monjas les atendía un solo enfermero camerunés, mientras que a Pajares le controlan un médico y un enfermero "que rotan cada dos horas".