El consejero vasco de Salud, Jon Darpón, ha afirmado que la muerte de una niña de 3 años en el enclave de Treviño, ubicado en Álava pero perteneciente a Burgos, no estuvo motivada por un problema de "insolidaridad" o por la "falta de cooperación" entre Euskadi y Castilla y León. "Nadie desde la verdad o la ética debería defender lo contrario", ha apuntado Darpón, para quien se ha tratado "de un desgraciado caso puntual".

Darpón ha comparecido a petición propia en la comisión de Salud del Parlamento Vasco para dar cuenta de la investigación abierta para aclarar la muerte de Anne Ganuza, la niña fallecida el 16 de marzo en Vitoria-Gasteiz por las complicaciones de una varicela.

Su familia ha denunciado a varios médicos de los servicios de salud del Gobierno vasco y de la Junta de Castilla y León por la atención que se prestó a la joven en los días previos a su fallecimiento, al considerarles responsables de la decisión de no enviar una ambulancia a su casa cuando, unas horas antes de su muerte, los padres habían contactado angustiados con el servicio de emergencias. Tuvo que ser finalmente el propio padre el que trasladó a la menor al Hospital Txagorritxu de Vitoria-Gasteiz, donde falleció. Ya había estado ingresada en el mismo centro días antes, pero fue dada de alta.

El médico del servicio de emergencias 112 del Gobierno vasco fue quien tomó la decisión de no activar ninguna ambulancia y optó por enviar a un médico de guardia a visitar a la menor. No obstante, para cuando el facultativo llegó a La Puebla de Arganzón, los padres ya la habían llevado a Txagorritxu.