El sorteo de la lotería del Niño, celebrado ayer, volvió a dejar en Madrid por segundo año consecutivo el gordo completo: 64 millones de euros (más de 10.600 millones de pesetas). Casi todos los décimos agraciados con el 19.459 fueron vendidos en una administración de Carabanchel, un barrio obrero muy parecido a San Blas, donde el gordo cayó íntegramente el año pasado.

El otro premio importante del sorteo --el segundo, que recayó en el 44.031-- viajó hasta un centro comercial de Las Palmas de Gran Canaria y repartió 20 millones de euros (3.328 millones de pesetas). La cifra debería haber sido mayor, pero la administración agraciada devolvió 150 décimos porque nadie los quiso.

La suerte pasó de largo por Zaragoza, Huesca y Teruel. La comunidad jugaba 25,3 millones de euros en el sorteo, pero los aragoneses tendrán que conformarse con aproximaciones y terminaciones.

LA ESTRELLA DE MANOLITO GAFOTAS Después de que los niños de San Ildefonso cantaran el gordo, la calle de la Laguna de Carabanchel se convirtió en una auténtica fiesta donde la frase más escuchada fue la mítica "para tapar agujeros". Varios vecinos se mostraron convencidos de que Manolito Gafotas --el personaje de Carabanchel creado por la escritora Elvira Lindo y cuya serie de televisión se estrenó el pasado domingo-- era el responsable de la buena estrella del barrio.

Leandra Gómez y Juani Muñoz, que hace varias semanas compraron un décimo a medias, fueron las primeras agraciadas que bajaron a compartir su alegría con los periodistas y con todo aquel que estuviera dispuesto a brindar con ellas. La primera es modista, y la segunda, ama de casa. Dani Alonso también bajó de su casa para abrazar al dueño de la administración. "Nunca juego a la lotería, pero ayer (por el lunes) mi hermana compró un décimo y me preguntó si lo quería compartir. No me voy a hacer millonario, pero por lo menos me dará para dejar la casa de mis padres y pagar la entradita de un piso, ¿no?", destacó. El propietario de la administración, Luis Gómez, explicó que lleva 10 años abonado al número 19.459. Su local nunca había derrochado excesiva suerte, a pesar de que en 1994 vendió un cuarto premio en Navidad.

PREMIO A LA LEALTAD "Es una sensación maravillosa porque es como premiar la lealtad de clientes de toda la vida. Todos los décimos los hemos vendido en ventanilla, así que los millones están muy repartidos entre gente del barrio", explicó emocionada su mujer, Menchu.

En la otra punta de Madrid, en la glorieta de Cuatro Caminos, otra administración vendió un pellizco del gordo. Exactamente, 10 décimos (1,6 millones de euros, 266 millones de pesetas). Pero, en esta ocasión, el único agraciado no quiso darse publicidad. La lotera, Rosario Alonso, explicó que el afortunado es un cliente fiel cada semana al número 19.459 desde hace más de 20 años. "Es un señor cuarentón, que vestía de esport, pelo canoso y muy normal", dijo la dueña de la administración, en la que cayó el gordo de Navidad íntegro en 1978. "Su padre, según dijo en una ocasión, ya jugaba al 19.459", comentó Francisco Bermejo, marido de Rosario.