Colegio, guardería y club deportivo, todo en uno. El Gobierno británico ofrecerá un nuevo servicio a los padres que trabajan y tienen problemas para atender a sus hijos cuando éstos no están en clase. El ministro de Educación, Charles Clarke, presentó esta semana un plan para ampliar los servicios y horarios de las escuelas públicas británicas, a fin de responder a las nuevas necesidades familiares.

El proyecto, que se implantará a lo largo de los próximos cinco años, contempla la apertura de los centros escolares durante diez horas diarias, desde las ocho de la mañana hasta las seis de la tarde. Los horarios de clase seguirán siendo los mismos que existen ahora, pero la jornada se prolongará por la mañana con un desayuno opcional, o con el repaso de los deberes escolares, clubs de música o de teatro o la práctica de deportes, por la tarde.

Aún no se ha decidido cómo se costeará el proyecto, pero es muy posible que los padres deban pagar por las actividades extraordinarias, que estarán supervisadas por personal cualificado y por organizaciones de voluntarios. El Gobierno pretende que unas 1.000 escuelas inglesas ofrezcan este servicio extra a 50.000 niños para el 2008, y que con el tiempo se extienda a los centros primarios y a los secundarios.

COMPAGINAR ACTIVIDADES "Padres y niños deben compaginar la guardería, la escuela y la canguro o el club infantil para lograr que los niños estén atendidos", señaló Clarke en Londres. "Necesitamos crear un servicio general sin interrupciones para las familias y esperamos avanzar en este sentido en los próximos cinco años", añadió el ministro.

Un reciente informe parlamentario advertía de que las instalaciones de los centros escolares estaban infrautilizadas fuera del estricto horario escolar, mientras los padres tenían graves dificultades para encontrar quién cuidara a sus hijos más pequeños.