Hace tiempo que se sospecha que los polos marcianos están formados por una mezcla de hielos de dióxido de carbono (nieve seca) y agua. La sonda Mars Express , de la Agencia Europea del Espacio, ha detectado de forma incuestionable la presencia de agua helada en el polo sur del planeta. Los datos muestran claramente la firma espectral del dióxido de carbono sólido y del hielo de agua y también la forma en la que estos dos compuestos están distribuidos.

La importancia de estas observaciones se debe a que por primera vez se dispone de datos muy precisos sobre las propiedades de los casquetes polares y ello va a permitir realizar modelos muy ajustados de la interacción entre ellos y la atmósfera del planeta y entender los cambios climáticos que se han producido. Por ejemplo, dentro de poco se podrá hablar con fundamento sobre si el planeta rojo ha sufrido glaciaciones o si se encuentra en una fase interglacial, por citar sólo dos casos. Esta información también será vital cara a los futuros viajes espaciales, ya que los astronautas tendrán garantizada la existencia de un elemento vital para la subsistencia en el planeta.

Se trata, pues, de un descubrimiento capital que contribuirá a levantar los ánimos de los investigadores europeos después de la pérdida del módulo Beagle 2 y demostrar lo que todo el mundo sabe en los ambientes científicos: que la sonda europea es de una calidad extraordinaria y que proporcionará una cantidad de información preciosa.