En 1994, el primer gran golpe a las tabacaleras acabó por dar la razón a seis fumadores de Florida (EEUU) que las acusaron de ocultar el peligro que supone el tabaco para la salud. La condena obligó a pagar 119.000 millones de euros en indemnizaciones a 700.000 personas. Un tribunal de apelación rechazó en el 2003 el veredicto.

Posteriormente, en el 2002, un jurado de Los Angeles condenó a la tabaquera Philip Morris a pagar un total de 28.560 millones de euros a Betty Bullock, exfumadora que padecía cáncer de pulmón y de hígado. Un juez rebajó la indemnización a 28 millones de euros.