La gratuidad de los libros en los centros escolares que demandan los padres de alumnos en centros sostenidos con fondos públicos sigue siendo una asignatura pendiente. Sólo Castilla-La Mancha ha alcanzado la gratuidad total en Primaria y Secundaria. Ese año se beneficiarán 200.000 alumnos. El Gobierno autonómico calcula que sus familias se han ahorrado unos 120 euros.

Siguiendo el sistema francés, la gratuidad se ha implantado en aquella comunidad de manera progresiva desde el 2000-2001. El Ejecutivo de José María Barreda da el dinero a las familias para comprar los textos en las librerías de la comunidad, lo que contribuye a su estabilidad. Los alumnos devuelven los manuales al final de curso.

PAGO A MEDIAS Otras comunidades presentan una financiación creciente, pero todavía parcial. Así, en Aragón, los libros son gratuitos en toda la Primaria y en 1º de ESO. En Galicia se cubre la primera etapa escolar y los dos primeros cursos de la ESO. Sorprendentemente, en La Rioja han decidido comenzar por la ESO. Ya financian los manuales a todos los alumnos de este nivel, y a partir del curso próximo continuarán con la educación Primaria.

Extremadura ofrece libros gratis en 175 colegios. Su Gobierno da 110 euros de ayuda a las familias más desfavorecidas. El curso próximo tiene intención de ampliar la subvención a las familias numerosas.

Navarra ayuda a las familias con renta inferior a 4.350 euros, Andalucía da libros gratis a los alumnos con dificultades sociales y económicas, Murcia paga el 50% de los textos, Canarias ayuda a los más pobres y Madrid distribuye 1.000 millones de euros entre los desfavorecidos.

Hay un grupo de comunidades que no dan un solo euro a sus alumnos para libros o sólo lo hacen algunos ayuntamientos. Tal es el caso de Cataluña, Baleares, País Vasco, Asturias, Comunidad Valenciana, Cantabria y Castilla y León. El Gobierno de esta última ha prometido la gratuidad para el curso 2007-2008.

FACTURA TOTAL Si se implantara la medida a nivel nacional, como pide el PP, el sistema sería similar al castellano-manchego. Allí el gasto por alumno sale a 120 euros, por lo que el Ejecutivo debería destinar unos 500 millones de euros al año.