Las pseudociencias y sus pseudoterapias se han encontrado en los últimos tiempos con un motivado enemigo, varias asociaciones privadas que han iniciado una batalla pública contra ellas y que acaban de conseguir su primera gran victoria en el ámbito universitario: la Asociación para proteger al enfermo de terapias pseudocientíficas (Apetp) ha logrado que la Universidad de Valencia (UV) retire ocho títulos propios, incluidos varios másters.

La Medicina regenerativa y Antienvejecimiento, la Acupuntura, la Recuperación Funcional, la Hipnosis Eriksoniana o la metodología DMB (Developmental Behaviour Modelling) ya no tienen sitio en la UV, aunque cuentan desde la Apetp que el primer triunfo llegó ya en julio, cuando tuvieron una reunión con los responsables de la institución y los organizadores del máster en Homeopatía decidieron no continuar con él. «Era la estrella, llevaba 10 años impartiéndose», cuenta un miembro de la asociación y trabajador de la UV que prefiere permanecer anónimo.

Las universidades españolas tienen la posibilidad de ofertar títulos propios sin que pasen el filtro de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Creditación, que evalúa los convencionales. Pero esa autonomía, denuncian en la asociación, se ha convertido en un coladero de pseudociencias y en una fuente de financiación de ética dudosa. Como ejemplo, recuerdan la famosa cátedra de homeopatía que durante cuatro años y hasta el 2015 financió la multinacional Laboratorios Boiron en la Universidad de Zaragoza.

EFECTO ARRASTRE / Recalcan desde la asociación que la Universitat de Valencia «no es la peor ni de lejos», pero sí que la que tienen más a mano, pues la Apetp nació en la capital valenciana. Además, al ser una de las más importantes de España confían en que sus resoluciones tengan un efecto arrastre en otros centros. De hecho dicen estar «orgullosos» del paso que acaba de dar al retirar esos títulos.

Pero exigen más. En un comunicado, la UV recordaba que el proceso para dar validez a los cursos ahora retirados había sido el reglamentario y transparente y que incluía un plazo de 20 días para alegaciones. Y a eso se agarran para demostrar que los «filtros» internos no funcionan. «Nosotros como asociación no podemos revisar todo, debe llegar ya examinado», señalan. Eso sí, prometen seguir siendo el azote de este tipo de cursos. «Hasta donde nos llegue el tiempo y los recursos».

La otra petición a la UV es un posicionamiento oficial sobre estas pseudociencias. En contra de ellas, evidentemente. Creen que se debe acudir a la Facultad de Filosofía, pues es allí donde históricamente se ha definido qué es ciencia y no lo es.

Pero las acciones contra las pseudociencias no se limitan al ámbito universitario. La Apetp ha presentando una queja deontológica contra 62 médicos, de Valencia y de Madrid, por ofrecer pseudoterapias e incumplir, en su opinión, su código ético. Les identifican con su nombre y número de colegiado y admiten que «han sido 60 y podrían ser 2.000».

«Hay manga ancha en el ámbito sanitario, algo que no pasa en otros sectores como la alimentación o la automoción. Aquí solo nos acordamos de las pseudoterapias cuando hay un muerto», lamentan. La última vez fue en mayo del 2017 cuando un niño italiano falleció tras ser tratado de una otitis con homeopatía.

Además, en las últimas semanas, han hecho llegar al Ministerio de Sanidad una carta, con más de 1.000 certificadas del ámbito sanitario y científico, para acabar con la oferta generalizada de pseudociencias en farmacias y clínicas. «Un producto homeopático para salir al mercado solo debe demostrar que no es tóxico pero no que funciona», recuerdan. De hecho, cuentan que en Estados Unidos se han retirado muchos y se obliga a otros a indicar que no son eficaces sino simples placebos.

En Francia, uno de los países donde más asentada está la homeopatía, 124 médicos abrieron el melón hace unos meses con una carta a Le Figaro en la que advertían contra «las promesas fantasiosas y la eficacia no probada» de las llamadas medicinas alternativas y la homeopatía. La carta, a la que se han adherido miles de profesionales sanitarios más, carga contra los «charlatanes» que las recetan incumpliendo el juramento hipocrático y el código deontológico y la «tolerancia» de la administración, a la que pide que retire títulos a los que sigan recetándolas, que no se reembolse el dinero para esos productos y que se retiren sus estudios de los centros públicos.

LEJÍA CONTRA EL AUTISMO / La Apetp tiene también en su punto de mira el MMS, la solución mineral milagrosa que en los últimos años ha proliferado como supuesta cura del autismo amparada entre otros profesores por el polémico Josep Pàmies y contra la que en su día ya advirtió la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios. «No podemos estar callados cuando le dicen a la gente que con lejía industrial se cura el autismo», apunta el biólogo Vicente Prieto.