La Policía Nacional investiga como violencia machista el asesinato de la mujer cuyo cuerpo fue localizado ayer con signos de violencia en el interior de una vivienda incendiada en Córdoba. En el inmueble se hallaba también el cuerpo del presunto agresor, un hombre de 45 años que, según confirmaron fuentes de la subdelegación del Gobierno, había sido condenado por haber asesinado a otra compañera sentimental. Tras cumplir en prisión parte de la condena, se le había sido concedido el tercer grado y estaba en libertad condicional.

Los cuerpos de ambos fueron localizados por los bomberos en torno a las once de la mañana, cuando fueron alertados por los vecinos de un incendio en una vivienda de la primera planta de un inmueble del barrio de Santa Rosa. Al acceder al interior, los servicios de extinción descubrieron los cuerpos de dos personas con heridas de arma blanca, según fuentes del caso. Ambos estaban en estado muy grave. Sin embargo, pese a los intentos de reanimación, el dispositivo sanitario de urgencias no pudo hacer nada por salvarles la vida.

Aunque todas las líneas de investigación se mantienen abiertas en estos momentos, las pesquisas policiales se centran en la hipótesis de que el hombre habría acabado con la vida de la mujer y que, antes de suicidarse, habría prendido fuego a la vivienda para ocultar lo ocurrido. De hecho, cuando llegaron los bomberos el incendio se localizaba en una de las habitaciones, mientras que el resto de la casa estaba afectada solo por el humo. Los agentes científicos y judiciales trabajaron en el lugar de los hechos para aclarar lo sucedido.

Desde la subdelegación del Gobierno y el Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) confirmaron que la víctima no era usuaria de los servicios de atención ni tampoco constaban denuncias previas por malos tratos. El presunto agresor, que era natural de Málaga, estaba empleado en un bar del barrio, según fuentes citadas por el Diario Córdoba, mientras que la víctima, identificada como A. L. S. S, de 49 años y nacionalidad brasileña, trabajaba como asistenta doméstica. Con ella se elevarían ya a 1.001 las mujeres asesinadas por sus compañeros sentimentales o exparejas desde que se empezaron a contabilizar estos casos, en el 2003.

Según los vecinos, que no podían ocultar su consternación, la mujer llegó hace pocos años a España. Hacía un año que se había instalado en el barrio, y los vecinos sabían que había iniciado una relación con su supuesto agresor hace unos meses.

La mujer Tenía una hija de 16 años, fruto de una relación anterior, que en el momento de los hechos estaba en el colegio. El hombre, por su parte, fue condenado en el 2004 por un tribunal popular en Algeciras (Cádiz) tras haber estrangulado a su anterior esposa con el cable de una plancha.