CIENTIFICOS japoneses han descubierto una mutación genética que parece vinculada a un riesgo mayor de sufrir inflamación en las arterias y, por tanto, de que se bloqueen y se produzcan infartos. Así, sus portadores tienen mayor probabilidad de sufrir infartos. Según publican hoy en la revista británica Nature, la investigación abre una prometedora vía para la prevención farmacológica de la enfermedad coronaria, una de las principales causas de muerte en los países occidentales.