Los bomberos han hallado, tras seis horas de trabajos, el cuerpo sin vida del operario que había quedado sepultado bajo los escombros de una casa derrumbada en Sabadell, han informado los equipos de rescate. El cadáver del operario estaba en la zanja en la que trabajaba junto con otras tres personas en el momento de producirse el derrumbamiento.

Tras el hallazgo del cuerpo, los bomberos han comunicado el hecho a la familia de la víctima y está previsto que en pocos minutos se traslade al lugar del suceso el juez que procederá al levantamiento del cadáver.

Cuatro operarios trabajaban en el número 73 de la calle Montserrat realizando tareas en una zanja y, por motivos que aún se desconocen, la pared medianera con la casa del número 71 se ha colapsado y derrumbado, atrapando a uno de ellos. La zanja tiene unos 20 metros de longitud y una profundidad de cerca de 1,40 metros.

El alcalde de Sabadell, Joan Carles Sánchez, ha asegurado que la empresa responsable de las obras en la finca contigua a la casa de la calle Montserrat que se ha derrumbado hacia las 15.00 horas, tenía las licencias de obras y derribos.

Un total de 16 vehículos de los bomberos y una unidad del grupo canino han trabajado en la búsqueda del operario atrapado bajo los escombros.

La posible causa, una zanja

La víctima, de 32 años, trabajaba en la obra del edificio contiguo al hundido, el número 71 de la calle de Montserrat de la población, cuando la finca, una casa de una planta y bajo, se ha colapsado a causa, según fuentes municipales, de las citadas obras. El interior del edificio número 73 había sido vaciado y se mantenía solo la fachada.

"No sabemos ni el estado en que se encuentra ni dónde está", ha declarado el alcalde en un primer momento y ha apuntado que las causas del derrumbe se desconocían por el momento, porque la prioridad era encontrar a la persona atrapada, para lo que habían desplegado a perros adiestrados.

Sánchez ha apuntado que los operarios estaban trabajando en una zanja en el solar, lo que ha podido tener una "afectación en la cimentación del edificio afectado", que era una antigua fábrica textil en desuso.

Según su versión, los trabajadores que han podido escapar del derrumbe estaban guiando a los bomberos en la búsqueda de su compañero y "le han llamado al teléfono móvil y lo han oído".

Un almacen usado por la familia propietaria

Según ha explicado en declaraciones a los medios uno de los propietarios de la finca derrumbada, Toni Rafel, en la actualidad el edificio era usado por la familia como almacén al que suelen acudir dos o tres veces por semana.

El propietario ha detallado que el derrumbe ha afectado a entre el 50-60 % de la finca, que la parte que menos daños ha sufrido ha sido la planta baja y que los problemas se sitúan sobre todo en el tejado y en una fachada lateral.

Rafel ha explicado que se ha enterado del siniestro por la llamada de una vecina a su madre, que justamente este martes tenía previsto acudir al edificio, aunque finalmente no ha llegado a decidirse.