La policía británica está investigando el hallazgo de 39 cadáveres en el contenedor de un camión aparcado en el polígono industrial de Waterglade, en la localidad de Grays, a 30 Kilómetros al este de Londres. La comisaria de la policía de Essex, Pippa Mills, confirmó que hacia la 1.40 de la madrugada del miércoles recibieron “una llamada telefónica del servicio de ambulancias”, alertando del descubrimiento. Los cuerpos se hallaban en un enorme camión refrigerador Scania de color rojo y blanco, en cuyo interior viajaban los fallecidos y donde la temperatura suele situarse a 25 grados bajo cero. Las cámaras de vigilancia del recinto industrial captaron el paso del vehículo sólo media hora antes del macabro descubrimiento.

De acuerdo con la policía, 38 de las víctimas son adultos y hay también un adolescente. Nada se sabe aún de su origen o identidades y nada pudieron hacer los equipos de emergencia y las cinco ambulancias que acudieron al lugar cuando fueron hallados. Todos habían perecido, quizás congelados, si el refrigerador estaba encendido, o por asfixia, algo que las autopsias deberán determinar ahora. Establecer la identidad de las víctimas, “es nuestra principal prioridad”, indicó Mills, si bien, subrayó, esa tarea puede llevar largo tiempo. El camión fue trasladado a media tarde “a un lugar seguro”, que permita recuperar los cuerpos y puedan trabajar forenses e investigadores.

Procedente de Zeebrugge

El conductor del vehículo fue identificado como Mo Robinson, de 25 años original de Portadown, en Irlanda del Norte. Permanece detenido bajo sospecha de asesinato y está siendo interrogado. Originalmente, en un primer comunicado, la policía había indicado que el camión, propiedad de un noirlandés, provenía “de Bulgaria y entró en el país vía Holyhead, Anglesey en Gales el pasado sábado”.

A media tarde sin embargo las fuerzas policiales rectificaron la primera versión, explicando en un nuevo comunicado que, el contenedor habría salido del puerto belga de Zeebrugge en un carguero. De esa forma viajó hasta la localidad inglesa de Purfleet, en el rio Támesis, una ruta más y más popular. Poco después fue estacionado en el cercano muelle para mercancías de Thurrock. El camión, sin el remolque, habría partido de Irlanda del Norte. Ya ensamblado, el camión con el remolque partió hacia Grays, también en la zona, en torno a la 01:05 del miércoles. Media hora después se descubrieron los cadáveres. No se conoce aún cuál era el destino final del contenedor. La zona industrial permaneció acordonada por la policía todo el día.

Tráfico de migrantes

Desde el primer momento todo apuntó a un nuevo caso de tráfico de seres humanos y migración ilegal. Los servicios policiales están trabajando conjuntamente con fuerzas del servicio de Inmigración del ministerio del Interior y de la Agencia de Crimen Organizado. La misión de estos últimos será identificar cualquier “grupo de delincuencia organizada que haya podido estar involucrada” en el suceso. En la Cámara de los Comunes el primer ministro Boris Johnson se refirió a la “inimaginable tragedia que realmente rompe el corazón”.

La ministra de Interior, Priti Patel, dijo estar “conmocionada y triste por el trágico incidente”. La policía búlgara también fue contactada y las autoridades de ese país señalaron que el camión había sido previamente registrado en el 2017 en la ciudad de Varna, en la costa búlgara, por una compañía cuya propietaria es una mujer irlandesa. El conductor detenido solía habitualmente colgar fotos en su cuenta de Instagram y Facebook , aludiendo al camión como ‘Scandinavian Express’ y ‘Polar Express’. De sus mensajes se deduce que viajaba frecuentemente a Dinamarca y Suecia.

Terrible precedente

En junio del año 2000, los cuerpos de 58 migrantes chinos, entre los que había cuatro mujeres, fueron hallados en un camión en el puerto de Dover. La autopsia determinó que habían fallecido asfixiados. Dos de las víctimas fueron rescatadas con vida. Los migrantes ilegales llevaban 18 horas atrapados en el contenedor, en pleno verano soportando una temperatura de 32 grados. El camión holandés que les trasportaba había partido también del puerto belga de Zeebrugge. Su conductor, Parry Wacker, de 33 años, natural de Rotterdam formaba parte de una red organizada de trafico de inmigrantes. Fue condenado a 14 años de cárcel. Desde el 2014, fecha en que las Naciones Unidas comenzó a registrar los migrantes que mueren en tránsito, se han hallado en el Reino Unido los cuerpos de cinco supuestos migrantes en el interior de camiones o contenedores.

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