Más de 50 nuevas figuras gigantes talladas en el suelo han sido descubiertas en el desierto peruano de Nasca o Nazca, aunque lejos de donde se encuentran los famosas líneas geométricas, según han revelado arqueólogos peruanos y estadounidenses. Los geoglifos son más antiguos que los atribuidos a la cultura Nazca. El hallazgo, publicado en la revista National Geographic, se realizó entre diciembre del 2017 y enero del 2018 cerca del valle de Palpa.

Muchos de las nuevos geoglifos, que incluyen figuras de hombres, aves y felinos, han sido descubiertos gracias al uso de drones y datos satelitales, puesto que las líneas talladas en la superficie son imposibles de percibir a vista humana a causa de la erosión. «En total estamos hablando de entre 50 y 60 figuras», explica el arqueólogo Johny Isla, responsable de la Oficina Descentralizada de Cultura de Ica y corresponsable del hallazgo junto con su colega Luis Jaime Castillo, investigador de la Pontificia Universidad Católica del Perú.

Las nuevas líneas están ubicadas en las laderas de las colinas que circundan los valles de Palpa, lejos de donde se localizan las de Nazca, aunque en la misma región costera de Ica, al sur de Perú.

Según los investigadores peruanos, que contaron con el apoyo de colegas estadounidenses del proyecto GlobalXplorer, algunas de las imágenes descubiertas podrían remontarse a un periodo que abarca entre los años 500 a 200 antes de la era cristiana. «Estos geoglifos son más antiguos que los de la cultura nazca. Pertenecen a las culturas Paracas y Topará, que son muy poco conocidas», sostiene Isla.