Paleontólogos de la Universidad de Zaragoza (UZ) han descrito una nueva especie de dinosaurio Isaberrysaura mollensis, que vivió hace 180 millones de años y que fue hallada en un yacimiento de la provincia argentina de Neuquén.

El equipo de paleontólogos, liderado por el coordinador principal del grupo Aragosaurus de la UZ, José Ignacio Canudo, en colaboración con investigadores de universidades de Argentina y de Portugal, ha descubierto por primera vez contenido estomacal, en este caso una masa de semillas mineralizadas, en un ornitópodo primitivo y en el periodo Jurásico.

De este hallazgo, se ha hecho eco hoy la revista "Scientific reports", según ha informado hoy la UZ en una nota de prensa.

La nueva especie es lo que se suele conocer como un fósil fuera de tiempo y de lugar, lo que permite rellenar un hueco de información en los dinosaurios de la Patagonia totalmente desconocido.

El aspecto general del cráneo de Isaberrysaura es parecido al de los dinosaurios acorazados como los estegosaurios, sin embargo, carece de los osteodermos que caracteriza a este grupo, mientras que el estudio realizado los sitúa en la base de la radiación de los ornitópodos.

Este grupo de dinosaurios fue muy popular muchos millones de años después, en el Cretácico, ya que algunos de sus representantes (Iguanodontios, hadrosaurios) fueron los dinosaurios herbívoros dominantes en el hemisferio norte.

Sin embargo, poco se sabe de su historia evolutiva en el Jurásico Inferior y Medio y nunca habían sido encontrados en esta edad en los continentes del hemisferio sur hasta el descubrimiento de Isaberrysaurus.

En el registro fósil, hay "muy pocas evidencias de alimento en el interior de carcasas de dinosaurios herbívoros" y, hasta el momento, solo habían sido descrito en hadrosaurios y ankilosaurios, ha dicho Canudo.

"Por tanto es la primera evidencia de alimentación en un ornitópodo primitivo y en el Jurásico", ha apuntado Canudo.

La buena conservación de las semillas indica que el dinosaurio estaba en el inicio del procesamiento del alimento y aún no le había dado tiempo que la parte externa de las semillas se hubiera disuelto.

El nombre Isaberrysaurus está dedicado a Isabel Valdibia, una aficionada que encontró los primeros restos de este dinosaurio y que posteriormente los donó al museo Olsacher de Zapala donde, se encuentran depositados.