En Marte hay agua. Y no es poca. El polo sur del planeta rojo acaba de desvelar uno de los secretos mejor guardados de su topografía: un enorme lago de agua salada, de unos 20 kilómetros de superficie, escondido bajo la helada superficie marciana. Así lo apunta un nuevo estudio publicado en la revista Science en el que se analizan los datos recogidos por la misión Mars Express durante tres años de su recorrido por Marte. Si posteriores análisis lo confirman, estaríamos ante la primera gran muestra de agua líquida estable en el planeta rojo. Un hallazgo que reabriría el debate sobre la búsqueda de vida extraterrestre. El estudio del planeta rojo poco a poco está consiguiendo desvelar sus secretos. Hasta ahora teníamos constancia de la presencia de amplios depósitos de hielo en la superficie y pequeñas cantidades de agua gaseosa en la atmósfera marciana. A todo esto hay que añadirle el recién descubierto depósito estable de agua en Marte. Un hallazgo que, para los investigadores, reabre el debate sobre el considerado elemento esencial para la vida. «Sin agua, no podría existir ninguna forma de vida tal como la conocemos. Por eso hay un gran interés en la detección de agua líquida en otros planetas de nuestro Sistema Solar», explica Anja Diez, del Norwegian Polar Institute (Noruega), en Science Perspective.

El debate sobre la presencia de agua líquida en la superficie marciana empezó hace unos 30 años de la mano de Steve Clifford, quien por primera vez planteó que si teníamos constancia de la presencia de hielo en la superficie del planeta es probable que, en determinados escenarios, en que el «equilibrio térmico» pudiera dar lugar a extensos depósitos de agua cerca de los casquetes polares. Esta hipótesis ha sido discutida durante décadas dada la estrecha relación que existe entre la presencia de agua líquida y el eventual florecimiento de formas de vida simples.

Detrás de este nuevo hallazgo está una de las misiones más importantes para explorar la superficie marciana. Hace 10 años la Agencia Espacial Europea lanzó su primera misión interplanetaria con el objetivo de indagar sobre la exobiología y la geoquímica del planeta rojo: Mars Express. Todo ello con la ayuda de siete instrumentos científicos integrados al satélite. Entre ellos, el Mars Advanced Radar for Subsurface and Ionosphere Sounding, MARSIS para los amigos. Este instrumento hoy se ha convertido en el principal protagonista al proporcionar los datos sobre los que se sustenta el recién publicado estudio. Durante tres años, del 2012 al 2015, MARSIS escaneó el polo sur de Marte, también conocido como Planum Australe, lo que equivaldría a aproximadamente un 10% de la superficie del planeta. En este periodo el radar rastreó el terreno mediante señales radio que, al rebotar en la superficie de Marte, devolvían una señal con información sobre el suelo marciano. Mediante esta técnica MARSIS detectó una zona en que la señal devuelta cambiaba de manera brusca, de la misma manera que ocurre en la Tierra cuando se escanean lagos de agua líquida bajo el helado suelo de la Antártida o Groenlandia.

Para confirmar la anomalía en el terreno, MARSIS rastreó la misma franja 29 veces. Estos datos posteriormente fueron estudiados por el equipo de investigadores italianos que, tras años el planteamiento de diferentes hipótesis, concluyeron que aquello debía ser una extensa reserva de agua líquida bajo el helado lecho de Marte. Se trataría de un lago de unos 20 kilómetros de superficie que se encuentra bajo 1,5 kilómetros de hielo. Así, estaríamos ante las primeras evidencias concluyentes de una gran masa de agua líquida en Marte que podría contener cientos de millones de metros cúbicos de agua.