Véndelo todo. Nadie necesita mis cosas, es mejor que reciban el dinero". El deseo de Katharine Hepburn (1907-2003), repetido una y otra vez a su amiga periodista Cynthia McFadden, se cumplirá entre el jueves y el viernes cuando la sede neoyorquina de Sotheby´s subaste una vida de recuerdos de la actriz, justo un año después de su muerte. La recaudación, estimada en más de un millón de dólares (811.293 euros), será para su extensa familia.

Hasta entonces, sus incondicionales pueden bucear entre sus pertenencias. Pueden incluso imaginar sus casas de Nueva York y Connecticut a través de los muebles repartidos por la tercera planta de Sotheby´s, en una exposición que contiene más de 2.000 objetos de Hepburn. Desde el telegrama que anunció su nacimiento, el 12 de mayo de 1907 en Hartford (Connecticut), hasta una litografía de Toulouse-Lautrec que podría superar los 30.000 dólares; su vestido de boda de 1928 --cuando se casó con Ludlow Ogden, de quien se divorció seis años después--, un broche de brillantes regalo de Howard Hughes y el primer contrato con la RKO para rodar la película Doble sacrificio, por la que cobró 1.125 dólares en 1932.

UNA OPORTUNIDAD UNICA "Es una oportunidad única en la que hemos intervenido cinco especialistas y más de un centenar de personas", explicó a este diario Leila Dunbar, directora del coleccionismo de la sala de subastas. Con la de Hepburn serán ya unas 150 las subastas de famosos organizadas por la casa Sotheby´s. Las posesiones de las actrices Greta Garbo, Marlene Dietrich y del pintor Andy Warhol han estado entre ellas.

POSESION MAS QUERIDA La muestra comienza con su primer pasaporte y termina con su "posesión más preciada", como reconocería la protagonista de La reina de Africa: el diminuto busto de Spencer Tracy que ella misma esculpió en los años 60. Tras la muerte del gran amor de su vida --fueron amantes desde 1941 hasta la desaparición del actor, en 1967-- Hepburn colocó la obra junto a su cama.

Aquí están también los autorretratos firmados por la actriz, aficionada a la pintura, con precios que arrancan desde 200 dólares. "Nuestras previsiones son prudentes porque es la primera vez que se venden sus cuadros", confirmó Dunbar.

Después de leer anécdotas y conocer más sobre su vida privada, la actriz es todavía más cercana al público. Debía de guardarlo todo, a juzgar por el volumen del remate: 691 lotes, entre los que se encuentran hasta los detalles más insignificantes de la vida de Hepburn, incluso la placa de la casa que la actriz poseía en Nueva York.

Tras la subasta, de su legado sólo quedarán sus cuatro Oscars (la Academia de Hollywood prohíbe vender las estatuillas) y la mayoría de los trajes y guiones, que serán donados a varias instituciones. El resto se repartirá entre coleccionistas y fans de una de las actrices más elegantes que ha dado el cine. Pagando, claro.