Las familias con hijos nacidos de gestación subrogada, conocida popularmente como vientre de alquiler, dieron la semana pasada la voz de alarma con el objetivo de denunciar que una sentencia de febrero del Tribunal Supremo está provocando que los niños nacidos por esta técnica (prohibida en España) en el extranjero, debido a las demandas de parejas españolas, no puedan ser inscritos en España, como sucedía hasta ese momento.

Representantes del Ministerio de Justicia se reunieron ayer con los afectados y se comprometieron a enmendar la reforma parcial del Registro Civil que vio la luz a medidos de junio precisamente para facilitar la filiación de estos bebés. El problema es que las familias afectadas consideran que dicha norma incorpora demasiados requisitos.

El Ministerio de Justicia les prometió ayer que, en el plazo de enmiendas, que finaliza a primeros de septiembre, se corregirá lo necesario para allanar el camino a la filiación.