El cometa 67P / Churyumov-Gerasimenko, conocido más escuetamente como 67P/CG o incluso Chury, fue descubierto en 1969 por dos astrónomos ucranianos, Klim Churyumov y Svetlana Gerasimenko, desde el observatorio del Instituto de Astrofísica de Almá-Atá (hoy Almaty) en Kazajstán.

Desde que en el 2003 el cometa fue seleccionado como objetivo para la misión 'Rosetta' de la ESA, los dos veteranos astrónomos, que todavía continúan activos en el campo de la ciencia cometaria, "han seguido con entusiasmo el progreso de la misión", ha explicado la Agencia Espacial del Espacio (ESA) en una nota informativa.

BÚSQUEDA DE COMETAS

En septiembre de 1969, Klim y Svetlana viajaron al observatorio de Almá-Atá para estudiar cometas desconocidos y -con un poco de suerte- descubrir alguno nuevo. "Su trabajo -explica la ESA- consistía en fotografiar cada región del firmamento dos veces en un intervalo de 20-30 minutos con un telescopio de 50 centímetros". Se trata de una técnica habitual para identificar cometas u otros objetos transitorios: al comparar las dos fotografías de una misma región se pueden identificar fácilmente las fuentes de luz que han cambiado de posición con respecto a las estrellas más lejanas, que parecen permanecer fijas.

Aquella era la época de la fotografía analógica. "Los astrónomos -prosigue la ESA- utilizaban placas de vidrio recubiertas de una emulsión sensible a la luz para registrar la luz procedente de los cuerpos celestes. Al final de la sesión de observación había que revelar las placas, un proceso que podía llevar varios días o incluso semanas, para luego medir la posición y el brillo de los objetos retratados y tratar de interpretar los resultados".

DESDE EL OBSERVATORIO FABRA

El cometa de 'Rosetta' se descubrió gracias a un pequeño incidente durante el proceso de revelado de una de estas placas. Por aquel entonces, Klim y Svetlana estaban estudiando el cometa 32P/Comas-Solà, que había sido descubierto en 1926 desde el observatorio Fabra de Barcelona, y dedicaron varias noches a fotografiar la región del firmamento en la que se encontraba. El 11 de septiembre, Svetlana estaba revelando las placas de una de estas sesiones cuando se dio cuenta de que se le estaba acabando el líquido revelador. "En ese momento decidió terminar la placa que ya había comenzado antes de preparar una nueva solución, pero esa fotografía quedó subrevelada", rememora la ESA.

Svetlana estuvo a punto de tirar la placa defectuosa, pero afortunadamente no lo hizo ya que en el centro de la imagen se podía distinguir una diminuta fuente de luz, que en un primer momento identificaron como el cometa descubierto por Josep Comas-Solà, y pensó que quizás podrían extraer algo de información de ella.

Una vez de vuelta a Kiev, los dos astrónomos empezaron a analizar las placas y se dieron cuenta de que el cometa registrado en la fotografía 'defectuosa' no era el que habían estado buscando -el cometa 32P/Comas-Solà se encontraba a casi dos grados de separación-. Aquella pequeña mancha en el centro de la imagen era algo completamente nuevo: acababan de descubrir un nuevo cometa.