Ayer, en torno a la 1.30 horas de la madrugada, una mujer belga de 57 años fue asesinada por su pareja con un arma blanca en Calpe (Alicante). Es la víctima mortal número 34 de la violencia machista en lo que va de año. El asesinato de la mujer ocurrió en una vivienda de la urbanización Vallesa, en Calpe, donde la hija de la víctima encontró a su madre con una herida por arma blanca en el tórax y al hombre con varias puñaladas en el cuerpo, tras lo que avisó a la Guardia Civil. El hombre, que según los primeros indicios trató de suicidarse, fue trasladado aún con vida a un centro hospitalario para ser intervenido.

También ayer la Guardia Civil detenía a un vecino de Algar (Cádiz) tras el hallazgo del cadáver de una mujer de nacionalidad británica enterrado en una finca de las afueras de la localidad. La mujer, de unos 70 años, estaba en paradero desconocido desde el pasado 17 de julio. Tras el hallazgo del cadáver, con signos de violencia y semienterrado, la Guardia Civil detuvo a un varón de 45 años, vecino de este municipio gaditano y que trabajaba para la víctima en el mantenimiento de la finca. El juzgado que instruye el caso ha decretado el secreto de sumario mientras continúan las investigaciones del caso.

Una tercera agresión pudo haberse producido ayer en Valencia. Un policía nacional, destinado en Picassent y que se encontraba fuera de servicio, evitó que una mujer fuera agredida por su pareja. El policía observó en el portal de un edificio de la localidad a una mujer que lloraba y gritaba: «¡Me van a matar!», mientras forcejeaba con un hombre que le apuntaba con una escopeta. El agente corrió hacia ellos, se identificó como tal y, en una rápida intervención, pudo proceder a la detención del hombre.