Stefano Marongiu, enfermero italiano de 37 años, recibió una llamada de emergencia desde Sierra Leona para ayudar a los pacientes de ébola y decidió acudir a trabajar como voluntario. Ahí enfermó y tuvo que ser ingresado en un hospital especializado donde consiguieron curarle de su enfermedad. En ese mismo lugar se enamoró de su mujer y es donde ambos trabajan actualmente.

Stefano pasó doce semanas trabajando en terapia intensiva para luchar contra la epidemia de ébola que amenazaba Sierra Leona. Cuando volvió a Italia cogió una fiebre sospechosa y en esemomento supo que había cogido el virus por lo que pensó que ya no tenía escapatoria.

El diagnóstico era preocupante porque tenía una carga viral muy fuerte así que los médicos decidieron trasladarle a un hospital especializado de Roma, a pesar de que había riesgos de queempeorase durante el viaje. Estaba convencido de que iba a morirpero una mezcla de medicamentos chinos e italianos junto con plasma de convalescientes llenos de anticuerpos de pacientes españoles y alemanes hicieron que pudiera curarse.

FINAL FELIZ

Después de 28 días, Marongiu deja de correr peligro. En el hospital, cuando aún estaba muy grave, Stefano reconoce a Roberta, una antigua compañera de técnicas de laboratorio que había organizado un grupo para monitorizar el ébola en Sierra Leona, el grupo encargado de curarle. En ese momento surge el amor y poco después se convierten en pareja y también en compañeros de trabajo. Una suceso que podía acabar muy mal acabó siendo el centro de la felicidad de Stefano.