Granada. -- Francisco J.U. se ha entregado en el puesto de la Guardia Civil de Armilla (Granada) tras confesar que ha atropellado intencionadamente a su mujer, Encarnación Rubio Molinero, de 46 años, repetidas veces hasta causarle la muerte. La pareja estaba en trámites de separación, según han informado fuentes de la investigación.El atropello se ha producido en la urbanización de Cúllar-Vega, donde la víctima, miembro del servicio de limpieza del Ayuntamiento, se encontraba trabajando. Según han explicado varios vecinos, la pareja estaba en trámites de separación y sobre el hombre pesaba una orden de alejamiento de la mujer debido a que ella lo había denunciado por amenazas de muerte.Brutal atropellamientoEl presunto homicida ha atropellado a la mujer tres veces consecutivas "y sólo ha parado cuando ha visto que no se movía", según han explicado fuentes de la policía local. En la agresión también ha resultado herido un vecino de Cúllar-Vega que ha intentado auxiliar a la víctima.Al ver que la víctima ha sobrevivido al primer atropello, el agresor ha hecho "pasar el coche dos veces más sobre el cuerpo, sin importarle que un anciano que se encontraba cerca --G.P.C., de 79 años-- había acudido a auxiliarla, por lo que ha resultado herido", han explicado las mismas fuentes.Aunque dos policías locales que han acudido a la zona han intentado reanimar a la mujer, ésta ha fallecido poco después porque se hallaba muy mal herida", con traumatismo craneoencefálico y politraumatismo.Mujer afable y tranquilaEncarnación, de 46 años, era una mujer "afable, tranquila y trabajadora", según el alcalde del municipio granadino, Juan de Dios Moreno, que ha afirmado que el pueblo está "conmocionado". La pareja tenía tres hijos mayores de edad, dos chicas y un chico que murió el pasado diciembre en un accidente de tráfico en Atarfe (Granada) junto a su novia.La urbanización de Cúllar-Vega fue escenario en 1997 de un caso que impulsó cambios en el trato de la violencia doméstica, cuando José P.A. mató a su exesposa, Ana Orantes, quemándola. Los vecinos de este pueblo, a 20 kilómetros al Sur de la capital, han revivido hoy la tragedia de Ana Orantes, que murió abrasada tras haber denunciado en un programa de televisión los malos tratos que le propinó su marido durante 40 años.