Un hombre de 70 años que vivía solo murió en la madrugada de ayer sepultado bajo los escombros de un edificio en Cuenca en el que se registró una explosión, posiblemente originada por el gas. Un matrimonio, de 38 y 35 años, que también residía en el inmueble tuvo que ser hospitalizado a causa de las heridas sufridas, aunque ambos se encontraban anoche fuera de peligro.

La explosión de produjo a las 3.20 horas, según fuentes municipales. La fuerza de la detonación provocó que la vivienda, una casa de dos plantas, quedara reducida a escombros. Vecinos de la zona relataron que oyeron "como un trueno" y, cuando salieron a ver qué pasaba, sólo vieron una enorme nube de polvo, que, cuando se disipó, dejó ver que la casa había quedado totalmente destruida.

El siniestro también dejó sin suministro de agua a la mayor parte del casco histórico de Cuenca, como consecuencia de la explosión de gas que reventó una tubería. El ayuntamiento decidió cortar el flujo para que el agua, que se estaba helando, no impidiera trabajar a los vehículos de emergencia. El barrio del Castillo, donde se encontraba el edificio siniestrado se quedó sin servicio telefónico.