De nada sirvió el abultado historial violento del agresor. Ni jueces ni policías pudieron evitar ayer en Alzira (Valencia) la muerte de Jenny Irene Lara Castillo, dominicana de 36 años que fue asesinada por su exmarido, un asturiano de 48 años sobre el que pesaba una orden de alejamiento. Junto a la mujer fallecieron dos de los hijos de la pareja, todos carbonizados. El homicida, Ismael Pablo Rodríguez González, los encerró en el piso en el que vivían y acto seguido le prendió fuego.

Por la tarde, los vecinos de las víctimas se echaron a la calle para protestar por los asesinatos y responsabilizar de ellos a la juez. A su juicio, la magistrada no quiso ser consciente de la peligrosidad de un hombre que había pasado cinco veces por los tribunales. Muchos de los vecinos portaron pancartas que decían: "Juez, es tu víctima".

El suceso tuvo lugar en la madrugada de ayer en la calle de Juan XXIII de Alzira. Horas antes, alrededor de las once de la noche del jueves, Ismael acudió al domicilio de su exmujer acompañado del hijo mayor de la pareja, Pablo, de 12 años, que vive con su padre. A través del portero automático, el chaval pidió a su madre que le abriera. Jenny no quiso porque suponía que su exmarido estaba con él. Los vecinos, asustados con los gritos, llamaron a la policía.

AVISO DE LOS VECINOS Minutos más tarde llegaron los agentes. Pero Ismael ya no estaba allí. La policía subió al piso de la mujer y ésta les relató lo sucedido. Una vez concluidos los trámites burocráticos, los agentes abandonaron el lugar a pesar de que algunos vecinos insistieron en la peligrosidad de Ismael.

Jenny llamó a un amigo para que pasara la noche con ella y con dos de sus hijos: Keith, de 8 años, y María del Carmen, de 5. La mujer tenía miedo de que Ismael volviera. Y, efectivamente, regresó. Sobre las 3.30 de la madrugada, Ismael y su hijo Pablo acudieron al domicilio de la víctima. El agresor pudo entrar en el hogar gracias a las llaves que tenía Pablo. Entró con un recipiente que contenía un líquido inflamable y roció la habitación en la que se encontraban su exmujer y sus hijos.

DETENCION SIN RESISTENCIA Cuando llegaron los bomberos, alertados por los vecinos, la mujer y dos niños estaban carbonizados en una esquina de la habitación. El amigo de Jenny pudo ser rescatado ya que se refugió en uno de los balcones. El hombre fue trasladado al Hospital de la Ribera afectado por inhalación de humo. Horas más tarde, Ismael fue detenido en su domicilio sin oponer resistencia. Su hijo está bajo tutela de la comunidad.

Jenny e Ismael llevaban casados 17 años. Hace tres iniciaron los trámites de separación. Fue entonces cuando comenzó el calvario de Jenny. La primera denuncia contra su exmarido la interpuso en el 2001, aunque el juez lo absolvió.

El año pasado, en el mes de septiembre, Ismael fue juzgado por un delito de faltas, aunque también fue considerado no culpable. Dos meses más tarde, el hombre se llevó a su hija pequeña a Asturias sin consentimiento de la madre. Jenny lo denunció, pero no reclamó medidas cautelares ni tampoco se presentó a prestar declaración ante la juez.