Se llamaba María del Carmen, tenía 66 años y se ha convertido en la sexta mujer asesinada por su pareja en Andalucía este año. Como en la mayoría de los casos de violencia machista, no existía denuncia previa por maltrato ni los servicios municipales tenían constancia de su situación. Su asesino, Pedro, de 71 años, se suicidó después de acabar con la vida de la mujer con un hacha como arma.

Fue la hija de la pareja quien descubrió lo ocurrido cuando llegó a primera hora de la mañana de ayer al domicilio familiar, en una céntrica calle del municipio de Huéscar (Granada), y halló a sus padres ya fallecidos, por lo que avisó de inmediato a la Guardia Civil. El matrimonio, que ya estaba jubilado, había regentado durante años un pequeño negocio de carnicería y fabricación de embutidos, que ahora gestionaba su otro hijo, por lo que ambos eran muy conocidos en esta pequeña localidad granadina de apenas 8.000 habitantes.

La Delegación del Gobierno confirmó que no existía denuncia previa ni en la Guardia Civil ni en los juzgados, y el asesino no tenía antecedentes por este tipo de delitos. La víctima tampoco era usuaria de los servicios municipales de atención a la mujer.

La noticia del crimen se extendió rápido por la localidad, cuyos vecinos se despertaron conmocionados al conocer lo ocurrido. A media mañana se convocó un pleno extraordinario del ayuntamiento para decretar un día de luto oficial y condenar el asesinato, al tiempo que se convocaba, para mañana, una concentración de repulsa.

Las reacciones políticas tras conocerse este nuevo caso de violencia de género no se hicieron esperar. El delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, expresó su consternación y llamó a la «unidad de acción de todas las administraciones y de la sociedad civil para acabar juntos con esta lacra intolerable».

«Tenemos que saber identificar y denunciar los primeros indicios de violencia de género para que, cuando se produzcan, la propia víctima, o sus familias y amigos denuncien y den la voz de alarma, porque solo de esta forma desde las administraciones podemos asesorar, prevenir y proteger a las mujeres», dijo Sanz.

La Junta de Andalucía, por su parte, fue un paso más allá volviendo a insistir en la necesidad de un «pacto de Estado» ante un «insoportable suma y sigue de mujeres asesinadas».