Ella quiso separarse y él no lo aceptó. Entonces, él se dedicó a asediarla hasta que, presuntamente, la mató. Es la historia repetida. Esta vez, ha ocurrido en la localidad valenciana de Picassent. El agresor seguía anoche sin ser localizado por la policía.

José R. C., de 42 años, y Mercedes Baeza, de 39, estaban separados desde la pasada Navidad. Desde entonces, el hombre la acechaba para insultarla y acusarla de "haberle quitado el cariño" de sus tres hijos, como aseguró ayer una amiga de la víctima. Numerosos vecinos habían sido testigos de estas escenas en las que José "la amenazaba una y otra vez". "Lo dijo y lo cumplió", se lamentó otra amiga de la víctima.

El domingo, Mercedes acudió a pasar el día al chalet de su hermano, situado en Terrabona, en la huerta de Picassent. Desde el jardín vio cómo alguien merodeaba por los alrededores y, suponiendo que era su marido, acudió al cuartel de la Guardia Civil para denunciarlo. Después regresó al chalet y a las 20.30 horas se dispuso a regresar a casa en el coche de una amiga.

En un camino cercano se cruzaron con un hombre armado con una escopeta de caza. Ante la sorpresa, la conductora frenó en seco y el agresor aprovechó para introducir el cañón por la ventana. Entonces, disparó contra el pecho de Mercedes, que murió al instante. Mientras el asesino huía, la amiga tuvo fuerzas para hacer una llamada a los servicios de emergencias, pero tuvo que pasar la noche en el hospital porque estaba conmocionada. La policía espera que la mujer pueda reconocer al autor del disparo.

BUSQUEDA Tras conocer el suceso, la Guardia Civil montó un dispositivo para arrestar a José R. C., que se convirtió en el principal sospechoso. El despliegue policial se extendió a los domicilios de los familiares de Mercedes por si acaso José pensaba ampliar su venganza cumpliendo la amenaza de matarlos.

La más asustada era la cuñada de la víctima que solía acompañarla desde que empezó a temer por su vida. El miedo se extendió a varias madres de amigos de los tres hijos del matrimonio que también habían apoyado a Mercedes.

Desde la separación, José vivía en un chamizo y había dejado el trabajo. José Manuel Cabrera, presidente de la asociación de colombófilos de Picassent, a la que el agresor pertenecía, explicó que el parricida empezó a beber hace un año. Además, "pedía dinero y se pasaba el día siguiendo a su mujer".

La alcaldesa de la localidad, Conxa García, confirmó que la víctima acudió el domingo a la Guardia Civil, pero no pudo precisar si existían expedientes anteriores. Sin embargo, los familiares de la víctima subrayaron que ésta había denunciado a su marido muchas veces.

Por la tarde, los vecinos de Picassent convocaron una concentración por la trágica muerte de Mercedes. Su caso eleva a 41 las mujeres asesinadas por violencia doméstica en lo que va de año.