Dos encapuchados mataron a tiros la madrugada de ayer en Ibiza a un hombre de 35 años que cenaba con su hermano y su novia en la terraza de un restaurante. Los hechos ocurrieron pasada la medianoche en pleno centro de la localidad ibicenca de Sant Josep. Según algunos testigos, dos hombres descendieron de un coche frente al patio de la iglesia y bajaron por la acera de la calle de Pere Escanellas, la principal del pueblo, mientras se cubrían el rostro.

Al llegar a la altura del restaurante Siena sacaron sendas pistolas y dispararon en repetidas ocasiones contra José Miguel López Casado, ante la atónita mirada del resto de clientes del local. Cuando la víctima, un empresario de automóviles natural de Madrid, cayó al suelo, los atacantes echaron a correr.

El hermano del hombre asesinado, con la ropa manchada de sangre, empezó a perseguirles y los agresores se volvieron en varias ocasiones para dispararle, aunque no llegaron a alcanzarle. Los dos encapuchados subieron a un Seat Toledo de color gris ocupado por un hombre y una mujer e iniciaron la huida en dirección a Ibiza.

La Guardia Civil recogió en el lugar de los hechos alrededor de 15 casquillos de bala, aunque la víctima sólo recibió tres balazos. José Miguel López fue atendido por un médico que pasaba por la zona, aunque no pudo hacer nada por salvarle la vida. El fallecido presentaba dos heridas de bala en la cara interna del muslo izquierdo y una tercera en pleno corazón.

Poco después del suceso, familiares y un amigo del asesinado se acercaron al lugar de los hechos, donde se vivieron escenas de emoción. La novia y el hermano del fallecido, que tenía el pantalón blanco y la camisa azul totalmente manchados de sangre, lloraban desconsolados mientras agentes de la Guardia Civil les tomaban declaración.

TEMOR DEL HERMANO Según algunos testigos, el hermano de la víctima, de 40 años, repetía que se temían que algo así pudiera pasar en cualquier momento. El cuerpo de López Casado permaneció cubierto por una tela verde y un mantel del restaurante hasta pasadas las dos de la madrugada, cuando llegó el juez de guardia para proceder al levantamiento del cadáver.

La Guardia Civil montó diversos controles de carretera con el fin de localizar a los homicidas. Los investigadores apuntan a un ajuste de cuentas como posible móvil del crimen. El director insular del Estado, José Manuel Bar, se mostró ayer esperanzado en la rápida detención de los responsables del asesinato. "En estos momentos estamos trabajando sobre pistas certeras", apuntó José Manuel Bar.