Huella ecológica

Bob Kirk, de nueve años, explicaba días atrás en el diario The New York Times qué relación tenía con la comida: "Yo pensaba que los grupos de comida eran cuatro: hamburguesas, patatas fritas, pizzas y chips. Pero hay más, ¿no?" Nuestro mundo depredador es como Bob. Ignorante, enfermo e insostenible. Nuestra huella ecológica, la parte de Tierra que necesitamos para producir lo que consumimos y deshacernos de nuestros residuos es de 20.000 metros cuadrados de suelo. Preservar el capital natural requiere que el consumo de recursos renovables no supere la capacidad de los sistemas naturales para reponerlos, y que la velocidad a la que consumimos recursos no renovables no supere el ritmo de sustitución por los duraderos. Ley de vida, ley natural, la ley que debería regirnos.Nos falta planeta Tierra para tanto despilfarro. Enfermos de opulencia y saqueando el planeta de todos, nuestro modelo devorará a las generaciones venideras. Pobre