La madre de Maracena (Granada), a la que un juzgado ha obligado a entregar a sus hijos a su progenitor, condenado por maltrato a su expareja, se encuentra en paradero desconocido desde el pasado martes por la noche. Horas antes, y entre lágrimas, Juana Rivas ya había avisado de que no entregaría a los menores, de 3 y 11 años, en el punto de encuentro familiar para que su padre se los llevara de vuelta a Italia, por lo que ahora, y en cumplimiento del dictamen de la juez de instrucción número 3 de Granada, será la Policía quien se encargue de localizar a la mujer y a los dos niños para ejecutar la sentencia. La madre podría enfrentarse ahora a un posible delito de desobediencia a la autoridad.

La abogada de Rivas intentó hasta el último minuto suspender la ejecución de la sentencia y durante cerca de dos horas y media mantuvo una reunión con la fiscalía para ver si se producía el “milagro” por el que clamaba la madre. Fue en vano. Al término del encuentro, Paqui Granados, directora del Área de Igualdad del Ayuntamiento de Maracena y asesora de Rivas, reprochaba la “falta de humanidad” de la fiscal y que “no hubiera interés en hacer nada por los menores”. “Ha sido la experiencia más frustrante de mi vida respecto al sistema judicial”, ha lamentado. Poco después, confirmaba que no tenía noticia de la madre desde las 23 horas de la noche del martes y que desconocía su paradero.

Desde la Junta de Andalucía, al igual que desde otras instituciones, han reiterado que, aunque entienden que justicia haya hecho uso de lo que está establecido legalmente, "es una situación terriblemente injusta” que la madre maltratada tenga que entregar a sus dos hijos al maltratador. La consejera de Asuntos Sociales, María Jesús Sánchez Rubio ha asegurado que se está trabajando para que “se sepa cuál es la situación de los niños y de la familia” y se pueda orientar el caso hacia el bienestar de los menores.