Ibercaja colaboró en las obras de la fachada principal de la catedral de La Almudena, en cuya restauración invirtió 900.000 euros, entre 1998 y el año 2003, gracias a un convenio de colaboración entre la entidad financiera aragonesa y la Archidiócesis de Madrid. En concreto, la aportación económica de la entidad aragonesa fue destinada a la construcción de la imagen de Santa María La Real de La Almudena, entre otras actuaciones.