Los obispos españoles siempre han alegado su falta de jurisdicción a la hora de investigar abusos sexuales infantiles en parroquias, colegios religiosos y congregaciones, en las que priman unas reglas propias. A partir de ahora, las cosas serán distintas. La Conferencia Episcopal Española (CEE) anunció ayer la inminente aprobación de un decreto general para toda la Iglesia que dará potestad para investigar y legislar en todo el territorio.

Este decreto ofrecerá «cauces» para que cualquier víctima o persona que tenga conocimiento de encubrimiento pueda denunciarlo. También obligará a los obispos a informar de estos casos ante la fiscalía. La hoja de ruta, en todo caso, necesita la aprobación previa del Vaticano. Una vez que el papa Francisco dé el visto bueno, el documento será público y estará vigente. De hecho, fue Francisco el que dio unas directrices para atajar los abusos sexuales a menores en un encuentro eclesiástico internacional celebrado en febrero en Roma.

El nuevo decreto fue anunciado ayer en Madrid por el secretario general de la CEE, Luis Argüello, al término de la asamblea plenaria que ha durado toda la semana y en la que los obispos han tratado varios temas. Entre ellos, el de la pederastia entre los religiosos. Argüello destacó que los obispos españoles son los únicos de todo el mundo que han pedido a Roma este tipo de decreto para ampliar la jurisdicción. Un decreto que supondrá -añadió- un cambio de mentalidad. El decreto no implicará que los obispos vayan «con lupa colegio por colegio, congregación por congregación». Más bien dará «cauces» a las víctimas de abusos -tanto en el presente como en el pasado- para que acudan a la cúpula eclesiástica y «si así lo desean» comunicar los hechos para que sean investigados.

El religioso explicó que la pederastia en la Iglesia es un escándalo y admitió que durante muchos años las cosas se han hecho mal, se ha mirado para otro lado y se han lavado los trapos sucios en casa, pero dejó claro que las víctimas son un grupo minoritario. Eso, pese a que cada semana siguen apareciendo nuevas denuncias en toda España que señalan a la Iglesia. Argüello destacó que hay religiosos que son acusados injustamente. «El escándalo que se produce mina su reputación y esa persona queda marcada», aseguró.