La Congregación para la Doctrina de la Fe ha expulsado del sacerdocio al excardenal y arzobispo emérito de Washington Theodore McCarrick tras ser acusado de abusos sexuales a menores y seminaristas, según informó ayer la oficina de prensa de la Santa Sede en un comunicado. La decisión de la Congregación para la Doctrina de la Fe llega después de la investigación que ordenó el Papa sobre el caso. Francisco ya había apartado al arzobispo estadounidense del Colegio Cardenalicio y le había ordenado que permaneciese apartado de sus funciones y recluido hasta que se aclaren en un juicio canónico las acusaciones de abuso sexual contra él. La Congregación para la Doctrina de la Fe considera a McCarrick culpable de abusos a menores y a adultos con la agravante de abusos de poder y por eso le impone la pena de la reducción al estado laical, se lee en el comunicado oficial. «El Santo Padre reconoció la naturaleza definitiva, de acuerdo con la ley, de esta decisión, que hace que el caso sea resuelto, es decir, no sujeto a una nueva apelación», añade. La reducción al estado laical prevé que no se pueden administrar los sacramentos, vestirse como un sacerdote y se suspende cualquier tipo de sueldo. McCarrick (Nueva York, 1930), arzobispo de Washington entre el 2000 y el 2006, fue ordenado cardenal por Juan Pablo II y participó en el cónclave de abril del 2005 en el que fue elegido pontífice Benedicto XVI. Ahora está acusado de abusar sexualmente de menores y de comportamientos indebidos con jóvenes sacerdotes.

ROMPER EL SILENCIO

El pasado 20 de julio un hombre rompió su silencio después de 40 años y aseguró a The New York Times que el excardenal había abusado de él cuando era menor de edad, una situación que presuntamente se había prolongado durante dos décadas. McCarrick alegó entonces que no tenía «absolutamente ningún recuerdo» de estos supuestos abusos sexuales que sucedieron hace más de 50 años. La decisión de la Congregación para la Doctrina de la Fe se produce pocos días antes de que se celebre en el Vaticano una cumbre histórica contra los abusos a menores por parte de religiosos que ha convocado el papa Bergoglio para los próximos 21, 22, 23 y 24 de febrero. La pérdida de la púrpura por parte de un cardenal solo ha tenido un único precedente en la historia de la Iglesia católica, se remonta al 13 de septiembre de 1927 y no tuvo relación con los abusos sexuales: el cardenal Louis Billot había apoyado el movimiento antifascista y antisemita Action Française, condenado por Pío XI, y tras ser recibido por el Papa, dejó su cargo.

«CLARA SEÑAL»

Expulsando al excardenal McCarrick, el papa Francisco envía una «clara señal» de que los abusos sexuales ya no serán tolerados en la Iglesia católica, según señaló ayer el cardenal Daniel DiNardo, presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de los EEUU. «Ningún obispo, sin importar cuán influyente es, está por encima de la ley de la Iglesia», agregó DiNardo. «Estoy agradecido al Papa Francisco por la manera decidida en que dirige la respuesta de la Iglesia».

Iglesia católica está lidiando con una crisis de abusos sexuales que ha durado décadas, en las que, como se ha desvelado, sacerdotes depredadores de todos los lugares del mundo, fueron trasladados de parroquia en parroquia en lugar de ser expulsados o entregados a las autoridades.