El Reino Unido ha puesto en marcha el primer banco de células madre del mundo, lo que sitúa a este país en la vanguardia de una de las áreas más controvertidas de la investigación científica moderna. Su inauguración ayer, en la localidad de Hertfordshire (norte de Londres), ha ocasionado una vez más un fuerte debate ético en torno a la utilización de células embrionarias.

El objetivo del centro es almacenar, clasificar y clonar células para distribuirlas de acuerdo con las peticiones de investigadores de todo el mundo, lo que permitirá avances en el tratamiento del Alzheimer, Parkinson, diabetes y otras enfermedades. Mientras la comunidad científica y el Gobierno ha celebrado la apertura del banco porque supone un avance, grupos religiosos y antiabortistas consideran éticamente reprochable la extracción de células madres de embriones humanos.

El banco, que se pone en marcha gracias a la avanzada legislación del Reino Unido, contendrá, además de células embrionarias, otras provenientes de adultos y fetos. Pero son las que derivan de embriones las más valoradas por los científicos ya que son más versátiles y se pueden convertir en cualquier tejido u órgano del cuerpo humano.