Una operación del Cuerpo Nacional de la Policía y el Servicio de Vigilancia Aduanera, dependiente de la Agencia Tributaria evitó, la madrugada del viernes, el desembarco en Sitges (Barcelona) de tres toneladas y media de hachís que iban a comercializarse en el mercado catalán.

Este golpe policial, que se saldó con 13 detenidos, confirma, según varios investigadores, hasta qué punto los narcotraficantes se han trasladado a puertos del área de Barcelona, ante la presión que la Guardia Civil realiza en la zona de Tarragona.