Un total de 2.500 hectáreas, 450 arboladas, ardieron ayer en el incendio que, pese a estar estabilizado, seguía ayer activo desde el sábado al mediodía en el entorno del parque natural de Arribes del Duero (Zamora) y que, según los primeros indicios, fue intencionado.

El incendio forestal, que obligó a cortar la N-122, principal vía de comunicación entre la provincia de Zamora y Portugal, y amenazó con evacuar el municipio de Bermillo de Alba, tuvo dos puntos simultáneos de inicio, en Pino del Oro y Castro de Alcañices, a dos kilómetros de distancia, lo que lleva a pensar, según informó ayer en el lugar del siniestro el consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta, Juan Carlos Suárez-Quiñones, que fue intencionado.

La zona afectada por el fuego abarca un perímetro de unos 30 kilómetros y en ella trabajan más de 300 efectivos y hasta 15 medios aéreos de extinción, y además de la superficie calcinada ha quemado una nave ganadera en Bermillo de Alba y un vehículo autobomba de la Unidad Militar de Emergencias (UME).

El máximo responsable de Medio Ambiente del Gobierno regional, que visitó ayer, junto al coordinador general del PP y diputado por Zamora, Fernando Martínez-Maillo, la zona afectada por el fuego, que está estabilizado aunque no controlado, seguía ayer en nivel de peligrosidad dos, en una escala ascendente de cero a tres, y permanecerá activo varios días, ya que existen varios puntos calientes y sigue habiendo viento en la zona.

En el lugar trabajaban ayer, según las horas, entre 200 y más de 300 medios humanos, y entre 10 y 15 medios aéreos, además de numerosos medios terrestres.

Entre las cerca de 2.500 hectáreas que, según la estimación inicial, se han quemado, figura principalmente superficie de pasto y matorral, aunque también hay unas 450 hectáreas de arbolado, 300 de ellas de encinar. De la superficie quemada únicamente 28 hectáreas pertenecen al parque natural de los Arribes del Duero, enclavado en la reserva de la biosfera Meseta Ibérica y con «alto valor paisajístico y ecológico».

Suárez-Quiñones llamó ayer a la colaboración ciudadana para dar con los posibles autores de los incendios porque «esos criminales tienen que ser delatados».

FUEGO SIN CONTROL EN YESTE

Por su parte, el incendio forestal de Yeste (Albacete), en la Sierra del Segura, seguía ayer sin ser controlado debido al cambio en las condiciones meteorológicas (viento y altas temperaturas), que están complicando las labores de extinción del siniestro, que ya ha quemado más de 2.000 hectáreas.

La dirección técnica del incendio solicitó ayer el desalojo de siete pedanías y aldeas de la zona como medida de precaución ante la evolución del incendio. Los habitantes de Morepeche, Los Ignacios y Tejeruela fueron trasladados hasta Yeste, mientras que los de Cañada-Morote, Casas de Francisco, Casas del Collado y El Pardal, fueron alojados en Molinicos.

El incendio, que se inició en la mañana del pasado jueves, seguía ayer sin ser controlado debido a que las condiciones meteorológicas eran adversas, con temperaturas muy extremas y humedad relativa muy baja, así como a la orografía del terreno, muy escarpado y en pendiente.

En él, que continúa en nivel 2 de emergencia, estuvieron trabajando ayer 23 medios aéreos, 24 terrestres, tres medios de coordinación y dirección, así como el personal interno de extinción, con cerca de 300 personas en total.

El Consejero de Agricultura y Medio Ambiente de Castilla-La Mancha, Francisco Martínez Arroyo, subrayó: «Desde el primer momento, el objetivo del ataque en el incendio ha sido garantizar la seguridad de los habitantes de las pedanías».