El incendio forestal declarado el pasado lunes en Llutxent (Valencia) tras la caída de un rayo lleva arrasadas 3.003 hectáreas en la comarca de la Vall d’Albaida, ha alcanzado al menos 40 casas y ha dejado en estado de ruina 10, todas ellas en urbanizaciones de Gandía, al cabo de dos días de avanzar por los municipios de Gandia, Llutxent, Pinet (los tres más afectados), Ador, Barx y Quatretonda, ayudado por vientos de hasta 70 kilómetros por hora.

En la reunión de coordinación celebrada a las 20 horas, el director del puesto de mando avanzado del incendio ha mostrado un «moderado optimismo» ante la evolución del fuego gracias a la evolución favorable de las condiciones meteorológicas, con una previsión de vientos flojos y humedad alta para la noche. Hasta ese momento, el temor de que se levantase viento de levante hizo que el presidente de la Generalitat pidiese ser prudente ante lo imprevisible de la situación. Al anochecer se han retirado los medios aéreos, pero los terrestres han seguido trabajando para delimitar el perímetro del incendio.

Tras asistir a la reunión del Puesto de Mando Avanzado del incendio de Llutxent, el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, descartó que fuesen necesarios más medios aéreos (se han desplegado 27, además de 700 efectivos en tierra), ya que concentrarlos en un espacio aéreo tan limitado sería peligroso, y en este caso la prioridad es la «la seguridad, de los pilotos y de quienes trabajan en terreno con condiciones climatológicas terribles», a quienes ha solicitado que «no asuman más riesgos de los necesarios».

DESALOJO PREVENTIVO / Por el mismo motivo fueron desalojadas cerca de 3.000 personas de manera preventiva, entre ellas toda la población de la localidad de Pinet y los ancianos de la residencia Mondúber, de Barx, realojados en el Convento de las Esclavas de Benirredrà.

Puig aseguró que las personas que tengan una primera residencia afectada recibirán una «solución habitacional de forma inmediata» y «no quedarán en la calle. La alcaldesa de Gandia, Diana Morant, anunció que el pleno municipal ha pedido al Gobierno que declare las zonas afectadas como »zona de catástrofe« para poder acceder a »todas las ayudas« y ha agradecido a los ciudadanos de Gandia y a los responsables de hoteles, cámping y hostales del municipio por su «preciosa reacción» solidaria en la acogida a las personas desalojadas de sus hogares.

RESPUESTA DIFÍCIL / «Durante estos días» hemos visto como ha habido una serie de concatenaciones climatológicas, junto a la situación de la propia masa forestal, que han hecho totalmente imposible poder dar toda la respuesta que en otras condiciones se puede dar», afirmó Puig. También es evidente, dijo Puig, que las lenguas de fuego cercanas a algunas urbanizaciones «han hecho que sea muy difícil dar una respuesta porque, si en algunos casos se hubiera intentado dar más se hubiera puesto en peligro a muchas personas».