Barcelona Unos 50 jóvenes okupas se colgaron ayer durante tres horas en la Pedrera de Barcelona para protestar por el desalojo de una decena de okupas de la emblemática Hamsa, que la policía había hecho por sorpresa poco antes de las cuatro de la madrugada. Durante todo el día, decenas de jóvenes protagonizaron diversos incidentes con la Policía, que realizó numerosas cargas. Por la noche, una manifestación de unas 250 personas en Sants terminó con nuevos enfrentamientos cuando diversos grupos quemaron contenedores de basura y reciclaje y les prendieron fuego. Otros lanzaron piedras, basura y pintura a los escaparates. Todos huyeron antes de que llegara la policía.