La multinacional norteamericana del tabaco Philip Morris aceptó ayer pagar 1.250 millones de dólares (unos 1.000 millones de euros) a la Unión Europea durante un periodo de 12 años para contribuir a la lucha contra el contrabando de cigarrillos. A cambio, la Comisión Europea, España y otros nueve estados de la UE acordaron poner fin a las acciones legales emprendidas contra Philip Morris desde hace cuatro años por su presunta cooperación con las mafias de contrabando de tabaco, que provoca cada año cientos de millones de euros de pérdidas en impuestos impagados a los países de la UE.

Philip Morris, que produce las marcas Marlboro, L&M y Chesterfield, abonará la mitad de los citados 1.250 millones de dólares durante los tres primeros años, y el resto, de forma escalonada. La multinacional se ha comprometido asimismo a pagar unas cantidades adicionales por cada incautación significativa en la UE de cigarrillos de contrabando procedentes de sus fábricas.

OBLIGACIONES ADICIONALES El acuerdo obliga además a Philip Morris a limitar las ventas de cigarrillos a sus distribuidores a los niveles proporcionales a la demanda legal de esos productos en los diferentes mercados nacionales europeos, a supervisar a sus distribuidores para vigilar que no estén involucrados en el contrabando de cigarrillos y a colaborar con las autoridades europeas en el rastreo y el seguimiento de las partidas de tabaco. El acuerdo fue suscrito por parte europea por el Ejecutivo comunitario, España, Alemania, Francia, Italia, Bélgica, Finlandia, Grecia, Luxemburgo, Holanda y Portugal, los 10 países que secundaron las acciones legales contra Philip Morris y contra las otras dos multinacionales acusadas de colaborar en el contrabando, RJ Reynolds y Japan Tobbaco.

PRECEDENTE CRUCIAL La comisaria de Presupuestos, Michaele Schreyer, destacó que "el acuerdo constituye un importante progreso en la batalla contra el contrabando y la falsificación de cigarrillos", que "aumentará la capacidad de la Comisión Europea y de los estados miembros para combatir el comercio ilegal de cigarrillos", añadió. El presidente de Philip Morris Internacional, André Calantzopoulous, aseguró que el problema del contrabando se centra actualmente en la falsificación de cigarrillos. "Cada día se venden en Europa más de un millón de paquetes de cigarrillos falsificados".