El avión malasio y las 162 personas a bordo descansan probablemente en el lecho marino. Las autoridades indonesias desecharon la esperanza tras finalizar la segunda jornada de búsqueda del vuelo 8501 de la compañía AirAsia que se desvaneció de los radares el domingo en el último percance de un año nefasto para la industria aérea continental. Ya han pedido ayuda para sacarlo de las profundidades marinas sin haber encontrado ni un resto.

"Basándonos en nuestras coordenadas y en la evaluación de que el lugar del presunto accidente se sitúa sobre el mar, la hipótesis es que el avión esté en el fondo del mar", dijo ayer Bambang Soelistyo, jefe de la operación de rescate.

El mal tiempo es la causa más factible. El avión desapareció 45 minutos después de despegar de la ciudad indonesia de Surabaya en dirección a Singapur en un contexto meteorológico adverso.

El piloto solicitó elevarse de los 32.000 pies (9.754 metros) hasta los 38.000 pies (11.582 metros) para eludir las amenazantes nubes. La torre de control no le concedió el permiso de forma inmediata porque otros seis vuelos ocupaban en esos momentos el espacio aéreo superior, según Bambang Tjahjono, alto cargo del control aéreo nacional.

Aquella fue la última comunicación con tierra. Seis minutos después se perdió su pista sin que mediara ninguna llamada de emergencia, lo que apunta a un colapso súbito. Pilotos habituales en la zona han apuntado que el protocolo habitual cuando te sorprende una tormenta es virar a izquierda o derecha. La solicitud de subir está relacionada con las turbulencias serias u otro elemento que cause incomodidad al pasaje.

El accidente devuelve la mirada al avión de Malaysia Airlines que desapareció en marzo con 239 personas a bordo cuando se dirigía a Pekín y ha alimentado todo tipo de teorías. Las similitudes son, sin embargo, escasas. Sin indicios de secuestro ni sorprendentes cambios de rumbo, cuesta no responsabilizar al mal tiempo de su caída. Tampoco la eficaz respuesta y la información constante de AirAsia y las autoridades indonesias son comparables con la respuesta errática y tardía de Malaysia Airlines y Kuala Lumpur.

Es previsible que el vuelo desaparecido el domingo aparezca pronto. El mar de Java donde los cálculos sitúan el accidente son aguas muy transitadas y de una profundidad que escasamente supera los 100 kilómetros, mientras el remoto e inmenso océano Índico acumula simas. La búsqueda se ha concentrado en un área de apenas 70 millas náuticas entre las islas de Belitung y Borneo.

MAR DE JAVA

Indonesia ha llevado 12 barcos, cinco aviones, tres helicópteros y varios buques de la marina al mar de Java. Singapur, Malasia y Australia también han aportado aviones y barcos, mientras Tailandia y China se sumarán en breve. Indonesia ha admitido que su tecnología es incapaz de extraer un avión del lecho marino y pedido ayuda a países como Estados Unidos, Francia o Gran Bretaña. En el vuelo viajaban 155 pasajeros, además de dos pilotos y cinco miembros de la tripulación.

La cotización de la compañía ha caído un 8,5%.