La crisis sanitaria provocada por el grupo francés Lactalis, líder mundial del sector lácteo, empieza a extenderse fuera de Francia. Este viernes se ha detectado el primer caso en España de un bebé afectado por salmonelosis tras haber consumido leche infantil de la marca gala, y hay otro caso sospechoso en Grecia, según han indicado científicos del Instituto Pasteur de París.

"Son dos casos que afectan a niños que han consumido este tipo de leche. El caso español está confirmado por las pruebas de ADN", ha explicado a AFP François-Xavier Weill, microbiólogo del centro de referencia francés, confirmando así una información publicada en la revista médica 'Eurosurveillance'.

Lactalis se encuentra en el centro de un escándalo sin precedentes que estalló a principios del pasado mes de diciembre al detectarse una partida de 12,5 millones de botes de leche en polvo infantil potencialmente contaminada con salmonela.

El Ministerio de Economía ordenó el 9 de diciembre a Lactalis retirar del mercado unas 7.000 toneladas del producto, el equivalente a 600 lotes comercializados bajo las marcas Picot, Milumel, Lémiel y Pepti Junior, así como las vendidas con la etiqueta de Carrefour.

Sin embargo, esta semana la crisis se ha agravado después de que varias grandes cadenas de distribución revelaran que aún estaban a la venta botes que tendrían que haber desaparecido de los estantes el 22 de diciembre, fecha en la que el Gobierno decretó suspender la comercialización de los productos infantiles fabricados en la factoría de Craon, en la región del Loira, foco de la bacteria.

Una inexplicable cadena de fallos ha permitido que los productos supuestamente infectados se pudieran comprar en 91 establecimientos comerciales franceses: 30 grandes superficies (Leclerc, Auchan, Carrefour, Intermarché, Casino, Cora France y Système U, entre otros) 44 farmacias, 12 hospitales, 2 guarderías y 3 mayoristas, según han constatado los servicios antifraude en los 2.500 controles efectuados desde el pasado 26 de diciembre.

La deficiente gestión que han hecho de este asunto el fabricante y las cadenas de distribución ha llevado al Gobierno a tomar cartas en el asunto ante la alarma creciente de los consumidores. El ministro de Economía, Bruno Le Maire, se reunió este jueves con los principales responsables de los supermercados y este viernes ha llamado a capítulo al presidente del grupo Lactalis, Emmanuel Besnier.

A los primeros, Le Maire les ha pedido mejorar los procedimientos para la retirada de los productos prohibidos a la venta y a Lactalis una mayor dosis de transparencia. Pero la principal medida adoptada tras el encuentro con Besnier ha sido la retirada del mercado de toda la leche infantil producida en la fábrica de Craon sea cual sea su fecha de fabricación.

"La urgencia es la seguridad sanitaria y la mejor de las garantías es que ni un solo bote fabricado en Craon esté en circulación en los circuitos de consumo", ha dicho el ministro en rueda de prensa.