Las cámaras de televisión entrarán hoy por primera vez en un tribunal inglés. La filmación se realizará en la Corte de Apelación de los Royal Courts de Londres, con carácter experimental y no será difundida al público. El plan piloto de cinco semanas organizado por las principales cadenas de televisión se aplicará sólo a apelaciones civiles y penales. Las cámaras no podrán enfocar a los testigos, si los hubiera, y el juez podrá parar el rodaje cuando quiera.

El experimento coincide con el lanzamiento de una consulta del Gobierno, entre profesionales de la justicia y el periodismo, para determinar hasta dónde se debe permitir la presencia de cámaras en los tribunales. "No vamos a tener juicios al estilo del de O. J. Simpson", advirtió el titular de Justicia, Charlie Falconer.

Las cámaras podrían intimidar al testigo, según Falconer. "Hay argumentos poderosos para proteger a víctimas, testigos, jurados y al proceso de la justicia en general del impacto de la TV", dijo. Pero apuntó que la medida puede aumentar la confianza de la gente en la ley.