Tratar de dormir y no conseguirlo nos produce a veces un malestar que puede durar horas o días. Tener insomnio de manera constante o muy frecuente puede ser considerado una afección neurológica y como tal ha sido estudiado. Últimamente se ha hecho investigación para probar si hay una base genética en el hecho de que algunos individuos sufran insomnio de forma particularmente aguda. Un artículo reciente concluye que efectivamente esto puede pasar en un porcentaje de personas y puede ser en parte debido a un gen que está relacionado con otros problemas neurológicos.

No poder dormir, algo que puede pasar en cualquier momento pero en proporciones que van desde un 10% en adultos hasta un 22% en personas mayores, puede acabar representando un problema en la vida diaria. Hay a disposición de los investigadores grandes colecciones de muestras de ADN de poblaciones que se pueden analizar para encontrar correlaciones entre comportamientos de este tipo y genes concretos. Un artículo reciente ha usado más de 100.000 muestras de ADN de bancos de muestras ingleses y colecciones que se hicieron hace unos años en Islandia. Una de las dificultades de estos estudios es cómo definir los individuos que tienen insomnio. Normalmente se pide a los donantes de ADN que respondan cuestionarios en los que se hacen preguntas sobre la facilidad de dormir seguido, pero que no son siempre las mismas.

A pesar de todo, los artículos recientes han confirmado que hay una parte genética en el insomnio y han encontrado algunos genesque parecen explicar parte de esta herencia. Un gen en particular, relacionado con la formación del cerebro, ha sido también implicado en otra afección neurológica frecuente, el síndrome de la piernas inquietas. Más allá de esta constatación, es difícil concluir nada más ni buscar vías para resolver un problema que puede ser grave. De hecho, estos días el incremento del insomnio es notable. No tiene nada que ver con el genoma sino con el calor, y eso nos preocupa a todos, tengamos los genes que tengamos.